Una patrulla observó un camión con una trayectoria inquietante y un conductor distraído. Lo que vieron después confirmó una temeridad que pudo acabar mucho peor. El caso terminó con una detención y con cargos por seguridad vial.
Una trayectoria errática y un móvil apoyado sobre el volante
El incidente ocurrió el lunes 11 de agosto, alrededor de las 9:30 horas. Una patrulla de los Mossos detectó un camión lento y con trayectoria irregular. Al adelantarlo, observaron al conductor manipulando el móvil con ambas manos sobre el volante. La escena revelaba una distracción total y un evidente peligro para el resto.
La intervención se produjo en la AP-7, a su paso por Santa Perpètua de Mogoda. El vehículo circulaba por el primer carril, a velocidad reducida y acercándose peligrosamente al arcén. Los agentes le indicaron seguirlos hasta un lugar seguro para detenerlo sin riesgos añadidos. El sentido de la marcha era Girona, según fuentes policiales.

0,69 mg/l, más del triple en un profesional
El test de alcoholemia arrojó 0,69 mg/l en aire espirado, según el atestado. Para conductores profesionales, el límite legal vigente es 0,15 mg/l en aire. La cifra triplica ese tope y sitúa el caso en el umbral penal de 0,60 mg/l. Superada esa barrera, el Código Penal contempla penas y retirada del permiso.
El conductor fue detenido por conducción bajo los efectos del alcohol y conducción temeraria. También se le atribuyó circular con una tasa penalmente relevante de alcohol en aire. El martes 12 de agosto pasó a disposición del juzgado de guardia de Mollet del Vallès.
Detención y cargos, lo que dice la ley
Con 0,69 mg/l, el caso encaja en el artículo 379.2 del Código Penal. Esa norma prevé penas de prisión, multa o trabajos sociales y la retirada del carné. Las medidas concretas dependen de los antecedentes y de la valoración del juzgado. La privación del permiso puede oscilar entre uno y cuatro años, en función del fallo.

Escolta, prueba reglamentaria y uso del móvil
Los agentes activaron el protocolo y ordenaron al conductor seguirlos hasta un área segura. Allí verificaron síntomas de embriaguez y practicaron la prueba con etilómetro homologado. El atestado recogió además la distracción continuada por uso del móvil durante la marcha.
Sujetarlo con la mano mientras se conduce supone 200 euros y seis puntos. Además, la DGT lo considera una de las distracciones más lesivas en carretera. En este caso, la infracción se agrava por coincidir con una alcoholemia penal. En un camión, esa distracción compromete además el control del carril y la frenada.
La AP-7, tráfico intenso y mercancías
La AP-7 soporta tráficos intensos y un alto flujo de vehículos pesados cada día. En esas condiciones, una distracción mínima multiplica el riesgo de colisiones por alcance. La DGT atribuye a la falta de atención cerca de una cuarta parte de los siniestros.

A finales de julio, otro camionero fue arrestado en Taradell tras octuplicar la tasa. Circulaba dando tumbos y llevaba alcohol en la cabina, según los investigadores. Estos episodios ilustran que la vigilancia en la red viaria catalana sigue siendo determinante.
El caso de Santa Perpètua resume un peligro que combina dos factores evitables. Alcohol y móvil convierten cualquier desvío en una amenaza para todos en la AP-7. La rápida intervención policial evitó un posible siniestro y ahora será la justicia quien decida.