La Policía Local de la Ràpita (Montsià) ha evacuado este jueves el Instituto los Alfacs después de que haya habido un desprendimiento en una cantera que hay detrás de la equipación educativa. El Ayuntamiento del municipio informa que el suceso ha estado de carácter leve y no ha causado ningún daño material ni físico. Con todo, el alumnado y el profesorado del centro se han evacuado "de manera inmediata" por precaución.
Una vez se ha vaciado el edificio, los Bomberos han inspeccionado la zona para delimitar el riesgo y cerrar el perímetro del instituto. El Ayuntamiento y el Gobierno acordaron suspender las clases ayer jueves. Esta mañana se ha llevado a cabo una segunda valoración de la situación de la cantera con un geólogo y equipos técnicos de ambas administraciones.
El suceso tuvo lugar el día siguiente a la tormenta intensa de lluvia que asoló las comarcas del Ebro, con registros superiores a los 120 litros por metro cuadrado a municipios como Ulldecona, también en el Montsià. Recordemos que durante este nuevo ataque de la DANA se produjeron peligrosas inundaciones. Eso sí, afortunadamente, en todos los puntos donde la lluvia ha causado estragos, se ha terminado quedando en un susto con un leve daño material.
La importancia de la prevención
Como decíamos, las fuertes tormentas que afectaron a la ciudad de La Ràpita, en Tarragona, el pasado miércoles dejaron secuelas preocupantes. Al día siguiente, se registraron desprendimientos en una cantera cercana a un instituto, situación que generó alarma en la comunidad. Afortunadamente, el incidente no causó heridos, pero evidencia la importancia de prevenir situaciones de riesgo en áreas vulnerables.
La proximidad de un centro educativo a una cantera aumenta la necesidad de tomar medidas preventivas. Las autoridades deben garantizar que estas zonas sean seguras, especialmente en condiciones climáticas adversas. Las tormentas intensas pueden desestabilizar estructuras, haciendo que cualquier espacio cercano a la cantera se vuelva potencialmente peligroso.
La prevención es clave para minimizar el riesgo de accidentes. La vigilancia de las condiciones estructurales en áreas cercanas a canteras, carreteras y edificios resulta fundamental. En contextos de riesgo meteorológico, la inspección de estos espacios debería intensificarse para evitar situaciones peligrosas.
Las escuelas y centros educativos cercanos a zonas de riesgo requieren planes de emergencia claros. Tener protocolos bien definidos ayuda a responder de manera eficiente ante posibles incidentes. La comunidad debe ser consciente de los riesgos y colaborar en la adopción de medidas preventivas.