La autopista AP-7 ha sido escenario este domingo al mediodía de un dramático suceso que ha conmocionado tanto a las autoridades de tráfico como a los testigos presentes. Un conductor de un turismo perdió la vida tras protagonizar una cadena de tres accidentes, todos ellos en un breve intervalo de tiempo, cuando circulaba en sentido norte a la altura de Vilademuls (Pla de l’Estany).
De acuerdo con los datos facilitados por el Servei Català de Trànsit, el siniestro fatal se produjo en el punto kilométrico 46,5, en una zona habilitada como área de descanso, y el aviso se recibió pocos minutos después de las dos de la tarde.
Las primeras investigaciones apuntan a que el coche implicado realizaba una conducción temeraria antes de colisionar contra un camión estacionado en dicha área de descanso.
Pánico entre el resto de conductores
Según las mismas fuentes, este accidente fue el tercero de una sucesión que habría comenzado anteriormente, también en la AP-7: el primer choque se habría producido en la zona de Sant Julià de Ramis (Gironès), mientras que el segundo ocurrió igualmente en la autopista, pocos kilómetros más adelante. Poco después de esos dos incidentes, el conductor perdió definitivamente el control del vehículo y acabó empotrado contra el camión en la citada área de reposo, lo que finalmente le costó la vida.
La gravedad de la situación llevó a la activación de un importante dispositivo de emergencia. Se personaron en el lugar diversas patrullas de los Mossos d’Esquadra, con la misión de acordonar la zona e investigar las circunstancias exactas de los hechos.
Paralelamente, acudieron cuatro dotaciones de los Bombers de la Generalitat, responsables de las maniobras de rescate y de asegurar el perímetro para evitar riesgos mayores, así como dos unidades del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM). Pese a los esfuerzos del personal sanitario, el conductor del turismo no pudo ser reanimado y se convirtió en la sexta víctima mortal en carretera interurbana en lo que va de año en Catalunya.
Incidencia en la carretera
En lo relativo a la circulación, el siniestro obligó inicialmente a cortar tres de los cuatro carriles de la AP-7 en sentido norte, lo que originó retenciones y molestias a los conductores que viajaban en esa franja horaria. Una vez controlada la situación, las autoridades reabrieron parte de la vía, aunque la entrada al área de descanso se mantuvo clausurada durante varios minutos más para facilitar la retirada de los vehículos y la investigación del siniestro.
Las unidades de atestados de los Mossos d’Esquadra se encargaron de recabar evidencias y reconstruir la secuencia de los accidentes, con el fin de determinar las causas y responsabilidades del conductor.