No ha sido una madrugada tranquila en Tarragona. Un edificio situado en el carrer Menorca de Tarragona se ha convertido en el escenario de un gran sobresalto cuando la alarma de gas se activó, obligando a evacuar a un total de 39 vecinos de sus viviendas. El aviso llegó al teléfono de emergencias 112 en torno a las 00:12 horas, alertando de un fuerte olor o señal de gas que hacía peligrar la seguridad del inmueble. Inmediatamente, los Bombers de la Generalitat se desplazaron hasta el lugar con tres dotaciones para inspeccionar el bloque y adoptar las medidas necesarias.
El ambiente en el edificio se tornó tenso cuando varios residentes, sobresaltados en plena noche por el sonido de la alarma, empezaron a salir a la escalera comunitaria preguntándose qué estaba ocurriendo. La voz de alerta se propagó con rapidez y, aunque en un primer momento algunos vecinos trataron de mantener la calma, las órdenes de los equipos de emergencia obligaron a proceder a una evacuación general para garantizar la seguridad de todos.
Una vez en el lugar, los efectivos de Bombers procedieron a realizar tareas de ventilación y a efectuar lecturas con detectores de gases para determinar el tipo y la concentración exacta de la sustancia que había generado la alarma. Esta labor técnica implicó recorrer cada una de las plantas, revisar las instalaciones de gas y detectar posibles escapes en las tuberías o en los conductos de extracción. A pesar de la incertidumbre inicial, la prioridad era descartar cualquier riesgo de explosión o intoxicación que pusiera en peligro la vida de los residentes.
Actúan los bomberos... pero también el SEM
Mientras se ejecutaban estas labores, los vecinos aguardaban en una zona segura en la calle, muchos de ellos todavía en pijama y soportando el frío de la noche. En medio de esta atmósfera de inquietud, llegaron las unidades del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM), que se instalaron con celeridad en las inmediaciones para prestar asistencia en caso de que alguien presentara síntomas de intoxicación o mareo debido al gas.
De los 39 evacuados, un total de tres personas tuvieron que ser atendidas por los servicios médicos. Las primeras informaciones apuntan a que el cuadro que presentaban era leve, con síntomas potencialmente asociados a la inhalación de gas, por lo que se les recomendó reposo y observación. No obstante, no se ha confirmado la necesidad de traslados a centros hospitalarios para tratamientos más intensivos. El resto de residentes, aunque asustados, se encontraban en buen estado de salud y esperaban las indicaciones de los bomberos para poder volver a sus hogares.
Una vez concluidos los trabajos de detección y ventilación, los Bombers de la Generalitat descartaron daños de mayor magnitud en el inmueble, señalando que no existían evidencias de un escape masivo o de averías graves en la instalación. Aun así, se aconsejó a los vecinos que colaboraran con la revisión de sus aparatos de gas y que, en caso de detectar cualquier anomalía en el futuro, dieran parte de inmediato a los servicios de emergencia o a los técnicos competentes.