El inicio de uno de los eventos más esperados del año ha provocado que miles de conductores se enfrenten a una mañana caótica. La emoción y la expectación por un gran acontecimiento internacional se han convertido, un año más, en el detonante de importantes complicaciones en las principales vías de acceso al norte del área metropolitana, con consecuencias directas sobre la movilidad de decenas de miles de personas que intentan llegar a su destino o desplazarse por ocio.
Un viernes de retenciones interminables
Este viernes ha comenzado oficialmente la acción en el Gran Premio de Fórmula 1 de Barcelona, con los entrenamientos libres como antesala de la gran carrera del domingo. Como cada año, la afluencia masiva de aficionados y la coincidencia con el tráfico habitual han generado largos atascos desde primeras horas de la mañana.
Según los últimos informes del Servei Català de Trànsit y las imágenes publicadas en sus redes sociales, las retenciones han ido aumentando progresivamente a lo largo de la mañana. A primera hora, ya se registraban colas en la C-35 entre Parets del Vallès y Granollers, donde se ha habilitado un carril doble para facilitar el acceso al circuito. Además, se ha restringido la circulación de camiones en este tramo, desviando a los vehículos pesados para evitar mayores colapsos.

A las 08:30, las retenciones apenas llegaban a un kilómetro en la C-17, pero el panorama ha cambiado drásticamente conforme avanzaba la mañana. Pocas horas después, se notificaban 2,5 kilómetros de colas en la C-35 entre Parets y Granollers. La situación más crítica se vivía pasado el mediodía, cuando los atascos se extendían hasta los 9 kilómetros entre Santa Perpètua de Mogoda y Montornès del Vallès, afectando tanto la AP-7 como otras vías de acceso al Circuit de Catalunya. En paralelo, la C-59 y otras carreteras de la zona también sufrían retenciones importantes.
El dispositivo especial para el Gran Premio de F1
La magnitud del evento ha obligado a las autoridades a activar un dispositivo especial de tráfico. Ramon Lamiel, director del Servei Català de Trànsit, en una entrevista en Catalunya Informació, ha recomendado máxima prudencia y, sobre todo, planificar los desplazamientos para evitar las horas de mayor congestión. Este fin de semana, Trànsit prevé que más de 490.000 vehículos salgan del área de Barcelona entre la tarde del viernes y el mediodía del sábado, mientras que el retorno del domingo podría implicar hasta 300.000 vehículos adicionales en circulación.
Para intentar paliar el caos, se han implementado medidas extraordinarias como la habilitación de carriles adicionales en la AP-7 y la C-32, tanto para la salida como para el retorno de los aficionados. El objetivo es desviar parte del tráfico habitual hacia el Maresme y otras rutas alternativas, minimizando la presión sobre la AP-7, especialmente entre Llinars, Montornès y Vilafranca del Penedès. También se han restringido los desplazamientos de camiones durante los momentos críticos del fin de semana, tanto en la AP-7 como en la C-35.
Además, los Mossos d'Esquadra han desplegado a más de 600 agentes para gestionar la movilidad y garantizar la seguridad, en coordinación con las policías locales.
Recomendaciones y previsión para el fin de semana
Las autoridades insisten en la importancia de evitar la AP-7 en las horas punta, sobre todo en los momentos previos y posteriores a las sesiones del Gran Premio. El sábado al mediodía se espera el mayor pico de retenciones, con especial incidencia entre Parets del Vallès y Granollers. El domingo, la franja más complicada será entre las 17:00 y las 19:00, coincidiendo con la finalización de la carrera y la salida masiva de vehículos del circuito.
Para facilitar el regreso, se habilitarán carriles adicionales tanto en el tramo norte como sur de la AP-7, así como en la C-32 Nord, para canalizar el tráfico hacia Barcelona y Girona. En la C-65, en Santa Cristina d’Aro, se aplicarán medidas de control para evitar atascos dentro del municipio y se reforzará la señalización informativa para redirigir el tráfico por las rutas más fluidas.
Para más inri, la coincidencia del Gran Premio de Fórmula 1 con el inicio de la temporada alta de ocio en Catalunya ha disparado la movilidad hasta cifras récord. Según Lamiel, los desplazamientos de fin de semana han crecido un 10 % respecto a años anteriores, con un importante aumento de viajes de ida y vuelta en el mismo día, especialmente los domingos.