La jornada dominical, que prometía ser una fiesta del motociclismo, se ha tornado en una prueba de paciencia para miles de aficionados. La celebración del Gran Premio de MotoGP ha provocado importantes complicaciones viarias en los accesos al trazado catalán desde primera hora de la mañana. Un evento de esta magnitud siempre supone un reto para la movilidad, pero la afluencia masiva de vehículos ha superado las previsiones más optimistas.
Las principales vías que conectan con el recinto han registrado un flujo de tráfico excepcionalmente denso.
La pasión por la velocidad se ha visto frenada en el asfalto mucho antes de que los semáforos del circuito se apagaran. La ilusión de miles de seguidores por llegar a tiempo para presenciar las carreras del domingo se ha enfrentado a una dura realidad.

Las retenciones han comenzado a formarse en puntos clave, convirtiendo trayectos de pocos minutos en largas esperas bajo el sol de septiembre. La concentración de vehículos privados ha sido el principal detonante de una situación que ha puesto a prueba los nervios de los conductores.
El epicentro de las retenciones en el Vallès Oriental
El Servei Català de Trànsit ha sido el encargado de poner cifras a una situación que muchos ya sufrían en sus propias carnes. A través de un comunicado en sus redes sociales a las 10:04 de la mañana de este domingo 7 de septiembre, se ha detallado el alcance del colapso. Las carreteras del Vallès Oriental, en la provincia de Barcelona, se han convertido en el epicentro de este caos circulatorio. Concretamente, la C-17 a la altura de Parets del Vallès presentaba dos kilómetros de circulación congestionada.
La situación no era mejor en la C-35, donde se han reportado otros dos kilómetros de retenciones en cada sentido a su paso por Granollers. Asimismo, la carretera BV-5003, que une Granollers con Montmeló, también ha sufrido el impacto de la masiva afluencia, con un kilómetro y medio de tráfico lento. Estas vías constituyen las arterias principales para acceder al Circuit de Barcelona-Catalunya, lo que explica la magnitud del problema.
Las autoridades de tráfico han informado de la implementación de diversas medidas especiales para intentar aumentar la capacidad viaria, aunque la alta concentración de vehículos ha dificultado enormemente su efectividad.
La crónica de un colapso anunciado
Cada año, el Gran Premio de MotoGP atrae a una multitud de seguidores nacionales e internacionales, convirtiendo el Circuit en una de las citas ineludibles del calendario. Este evento deportivo de primer nivel supone un importante impacto económico y social para la región.
Sin embargo, también representa un desafío logístico, especialmente en lo que a la gestión del tráfico se refiere. La imagen de miles de motos y coches dirigiéndose hacia un mismo punto en un corto espacio de tiempo es una estampa recurrente que, en esta edición, parece haberse intensificado.

La coincidencia del evento en una jornada festiva de final de verano ha multiplicado el número de desplazamientos en la zona. A pesar de los dispositivos especiales y las recomendaciones de utilizar el transporte público, la dependencia del vehículo privado sigue siendo muy elevada entre los asistentes.
Esta combinación de factores ha creado el cóctel perfecto para que las carreteras circundantes al trazado de Montmeló dijeran basta.