La mañana de este martes se ha visto empañada por un trágico suceso en el Moll d’Energia del Port de Barcelona. Una explosión en un tanque de acetato de metilo, sustancia altamente inflamable, ha causado la muerte de un trabajador y ha dejado herido de gravedad a otro. El fatídico incidente ha obligado a activar múltiples planes de emergencia a nivel local y autonómico, lo que ilustra la magnitud de la deflagración y los consiguientes riesgos potenciales para el resto de las instalaciones portuarias y la población cercana.
Los hechos han tenido lugar en las instalaciones de la empresa Tepsa, situadas en el número 5 del Carrer Port de Gènova, alrededor de las 10:10 de la mañana. Según las primeras informaciones proporcionadas por los responsables de la infraestructura y por los equipos de emergencia, la explosión se produjo durante unos trabajos de mantenimiento que implicaban la soldadura de un tanque de transporte de acetato de metilo. En un momento dado, se produjo un escape de este producto y, al entrar en contacto con un posible foco de calor o chispa, desencadenó la violenta deflagración y un posterior incendio.
A consecuencia de la explosión, el operario que se encontraba realizando las labores de soldadura perdió la vida en el acto debido a la fuerza del estallido, mientras que otro trabajador ha resultado herido de gravedad por quemaduras y ha sido atendido con celeridad por el personal sanitario. Ya ha sido trasladado en estado crítico al Hospital Vall d'Hebron. Hasta la zona se han desplazado varias dotaciones de Bombers de Barcelona y del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM), así como también han acudido en apoyo los Bombers de la Generalitat. La rápida intervención conjunta ha logrado sofocar las llamas en un intervalo relativamente corto, evitando que el incendio se propagara a otras instalaciones o depósitos cercanos que contienen productos potencialmente peligrosos (desde refinados del petróleo hasta gas natural, entre otros).
Sin riesgo de contaminación
El acetato de metilo, según han aclarado fuentes de Protección Civil, aunque altamente inflamable, no es tóxico, de manera que no se ha tenido que activar un plan de contención de escape peligroso. Pese a ello, las llamas y el humo inicial levantaron la alarma en todo el muelle, provocando que se tomaran precauciones estrictas para aislar la zona y revisar cada tanque adyacente para descartar riesgos adicionales. La presencia de productos químicos y petroquímicos en el Moll d’Energia obliga a los equipos de emergencia a operar con la máxima prudencia, ya que cualquier foco de calor podría desembocar en una reacción en cadena de consecuencias imprevisibles.
Como medida preventiva, y para hacer frente a la emergencia, se ha activado la fase de emergencia del plan de autoprotección del Port de Barcelona, además del Plaseqcat (Plan de Emergencias Exterior del Sector Químico de Catalunya) de Protección Civil y el plan de emergencias del Ayuntamiento de Barcelona. Estas medidas permiten coordinar los distintos cuerpos de seguridad y emergencias, así como los servicios de infraestructura del puerto, para manejar con eficacia la situación y minimizar los posibles impactos en el resto de la zona portuaria y la ciudad.
Durante los primeros instantes tras la deflagración, el SEM trasladó un importante contingente de personal sanitario con ambulancias y apoyo avanzado para atender a los heridos. Desafortunadamente, no pudieron hacer nada por salvar la vida del operario fallecido, que sufrió heridas mortales a causa de la explosión. El trabajador herido de gravedad ha sido ingresado en un centro hospitalario especializado en quemaduras, donde permanece bajo tratamiento intensivo.