Rodalies de Catalunya

Caos de madrugada por culpa de Renfe: Decenas de personas atrapadas

Los catalanes están hartos de la nefasta gestión en Rodalies

Lo que parecía un tranquilo regreso a casa para muchos viajeros acabó convirtiéndose en una auténtica pesadilla. Un fallo logístico relacionado con un conocido operador ferroviario ha dejado a decenas de usuarios atrapados durante más de una hora en plena madrugada, generando indignación y desesperación entre los afectados.

Una espera interminable en plena madrugada

Los hechos ocurrieron durante la pasada madrugada, concretamente a partir de las 23 horas de este jueves.

Los pasajeros, muchos de ellos agotados tras una larga jornada, tuvieron que bajarse obligatoriamente del último tren de la noche debido a obras programadas en el tramo ferroviario entre Sitges y Castelldefels. Lo que parecía un simple transbordo rutinario acabó derivando en un episodio caótico e inesperado.

Dos trenes de Rodalies en una estación
Dos trenes de Rodalies | Gencat

En principio, el operador ferroviario había previsto autobuses lanzadera que debían recoger a los pasajeros afectados alrededor de las 23:15 horas, apenas unos minutos después del descenso del tren. Sin embargo, la realidad fue bien distinta. Los autobuses nunca llegaron, y los viajeros quedaron atrapados durante más de una hora, sin apenas información, y en condiciones de incomodidad extrema debido al frío y a la falta de asientos suficientes en el lugar.

No fue hasta las 00:15 horas, después de una angustiosa espera, que un nuevo tren llegó finalmente para trasladar a los afectados hasta la estación de Sant Vicenç de Calders. Para entonces, el enfado y la impotencia de los pasajeros eran evidentes y muchos no dudaron en expresar su malestar en redes sociales, denunciando la falta de planificación y, especialmente, la ausencia de información por parte del personal de Renfe.

Indignación en redes sociales por la falta de respuesta

Las redes sociales no tardaron en hacerse eco de la situación. Decenas de usuarios expresaron su malestar por la falta de previsión, subrayando especialmente la incomunicación y el desamparo que sintieron durante más de una hora. Algunos pasajeros incluso denunciaron que nadie les proporcionó explicaciones claras sobre la demora ni sobre las alternativas disponibles, lo que incrementó notablemente la tensión en la estación.

Un tren de cercanías en una estación con la letra
Rodalies | ACN

Protecció Civil tuvo que emitir una prealerta del plan Ferrocat debido a la aglomeración de personas acumuladas en la estación. El aviso subrayaba la importancia de controlar la situación ante el riesgo evidente que representaba para la seguridad el amontonamiento de pasajeros en una plataforma sin suficiente espacio para albergar cómodamente a tanta gente durante tanto tiempo.

Renfe investiga las causas del incidente

Por su parte, Renfe ha emitido un comunicado oficial pidiendo disculpas públicamente a todos los afectados y asegurando que ya se encuentran investigando las causas que llevaron al fallo en la llegada de los autobuses lanzadera inicialmente previstos. Fuentes de la compañía señalan que están revisando en profundidad qué provocó el error logístico para evitar que situaciones similares vuelvan a repetirse en el futuro.

Esta no es la primera vez que se produce una situación caótica de estas características vinculada con las obras ferroviarias en Catalunya. De hecho, en los últimos meses se han registrado varios episodios similares, en los que la planificación de los transportes alternativos no ha sido efectiva y ha generado numerosos problemas entre los usuarios, provocando una ola de críticas hacia la compañía ferroviaria y sus planes logísticos.

Una reflexión sobre la gestión ferroviaria

Más allá del incidente puntual, este nuevo caos nocturno vuelve a poner sobre la mesa la necesidad urgente de revisar profundamente los protocolos de actuación y la planificación logística en las infraestructuras ferroviarias catalanas. La ciudadanía exige soluciones concretas para evitar episodios como este, que generan desconfianza y molestias innecesarias entre los usuarios del transporte público.