La jornada matinal en Barcelona ha comenzado con serios problemas de tráfico debido a un accidente en la C-33 que ha obligado a cortar un carril en la salida norte de la ciudad. Este suceso ha desencadenado una serie de retenciones en otras vías clave de la capital catalana, como la Ronda Litoral, la B-20 y la Ronda de Dalt, donde los conductores han tenido que hacer frente a atascos de varios kilómetros en plena hora punta.
Colapso en la Ronda Litoral: Retenciones de 4 kilómetros
Uno de los puntos más afectados por la congestión ha sido la Ronda Litoral, donde se han registrado colas de casi 4 kilómetros entre Sant Adrià de Besòs y el nudo de la Trinitat. Las imágenes captadas por las cámaras de tráfico muestran una gran acumulación de vehículos avanzando con extrema lentitud, lo que ha generado importantes retrasos para los conductores que utilizan esta vía para desplazarse hacia el centro de la ciudad.
Las autoridades han recomendado evitar la Ronda Litoral y optar por rutas alternativas, aunque la elevada densidad del tráfico en Barcelona ha dificultado la circulación en prácticamente todas las arterias principales.
Problemas en la B-20: Retenciones en Santa Coloma
Otra vía gravemente afectada ha sido la B-20, donde las colas superan los 2 kilómetros en el tramo comprendido entre Santa Coloma de Gramenet y el nudo de la Trinitat. Este punto de enlace ha sido uno de los más conflictivos de la mañana, ya que la afluencia de vehículos ha desbordado la capacidad de la vía, sumándose al colapso en la Ronda Litoral.
El Servei Català de Trànsit ha advertido que la circulación en la B-20 podría seguir viéndose afectada durante gran parte de la mañana, por lo que ha solicitado máxima precaución a los conductores y paciencia ante las largas demoras.
La Ronda de Dalt tampoco se libra del colapso
Por si fuera poco, la Ronda de Dalt también se ha visto afectada por el efecto dominó del accidente en la C-33 y las retenciones en las otras vías. En este caso, las colas se han extendido desde el barrio de Horta hasta el nudo de la Trinitat en sentido Besòs, complicando aún más la movilidad en la ciudad.
Los conductores han reportado tiempos de desplazamiento significativamente más largos de lo habitual, lo que ha afectado no solo a los vehículos particulares, sino también al transporte público y a los servicios de emergencia, que han encontrado dificultades para moverse con fluidez en las zonas afectadas.