La tarde de este lunes prometía ser una más en el ajetreado ir y venir de la costa, con el sol de julio marcando el ritmo de las vacaciones para miles de personas. Sin embargo, un imprevisto mecánico, tan común como un pinchazo, ha sido suficiente para desatar el caos y poner en jaque la paciencia de cientos de conductores.
El protagonista involuntario ha sido un vehículo de gran tonelaje, cuya avería ha provocado el colapso total de una de las vías más importantes de la región, demostrando la fragilidad de la red viaria en plena temporada estival.
El suceso, que ha generado importantes retenciones, se ha producido en un punto estratégico, justo a la salida de un túnel, convirtiendo una simple incidencia en un complejo problema logístico y de seguridad vial que ha requerido la intervención inmediata de los servicios de emergencias y mantenimiento de carreteras.

Colapso en la C-32 a la altura de Calafell
El incidente ha tenido lugar en la autopista C-32, conocida como la autopista Pau Casals en este tramo, concretamente a la altura del municipio de Calafell. Según ha informado el Servei Català de Trànsit a través de sus canales oficiales a las 17:26 horas de este lunes 14 de julio, un camión ha sufrido el reventón de una de sus ruedas cuando se disponía a salir del túnel de "El Mirador", en sentido Tarragona.
La imagen captada por las cámaras de tráfico es elocuente: la cabina del camión queda detenida en el arcén, pero el remolque ocupa por completo el único carril de circulación en ese punto, haciendo físicamente imposible el paso de cualquier otro vehículo.
La avería ha provocado una parálisis instantánea del tráfico en dirección sur, generando en pocos minutos una cola de vehículos que, según las primeras estimaciones de Trànsit, alcanzaba ya el kilómetro de longitud.
La elección del lugar no podría haber sido más inoportuna. La C-32 es una vía fundamental para la movilidad en la Costa Daurada, especialmente en un lunes de julio, jornada de desplazamientos turísticos y de regreso a casa para muchos trabajadores.
Calafell, un epicentro turístico, ve cómo su principal vía de acceso y salida hacia el sur queda bloqueada, afectando no solo a los que se dirigían a Tarragona, sino también a destinos cercanos como Coma-ruga, El Vendrell o el acceso a otras vías rápidas como la AP-7.

La retirada del camión
La retirada de un vehículo pesado en estas circunstancias representa un desafío considerable. No se trata de una simple grúa de asistencia en carretera. Un camión de estas dimensiones, especialmente si va cargado, requiere maquinaria especializada para ser movido con seguridad, más aún al encontrarse en una posición que bloquea por completo la calzada a la salida de un túnel.
Mientras los conductores atrapados aguardan con paciencia a que se reabra la circulación, el episodio servirá para analizar la resiliencia de nuestras autopistas. Un simple pinchazo ha sido suficiente para detener el pulso de la Costa Daurada durante una tarde de verano, una lección sobre cómo la normalidad en nuestras carreteras pende, a veces, del buen estado de un solo neumático.