La tarde de este lunes, un aparatoso incendio en el municipio de Peralada (Alt Empordà) ha movilizado a un amplio operativo de emergencias. Según ha informado el cuerpo de Bombers de la Generalitat, el aviso se recibió a las 15:56 horas y, debido a la magnitud y el riesgo de propagación, hasta once dotaciones fueron desplazadas al lugar de los hechos.
El origen del fuego y su rápida propagación
El incendio se inició en el exterior de una granja, afectando a varios remolques, pilones de paja y acumulaciones de chatarra. Estos materiales, altamente inflamables, provocaron que las llamas crecieran con rapidez y generaran una densa columna de humo negro visible desde varios kilómetros.
El viento moderado y las altas temperaturas de la jornada favorecieron que el fuego se propagara hacia la vegetación agrícola colindante, amenazando con alcanzar zonas de cultivo y aumentando la urgencia de la intervención.

Operativo de extinción
Los Bombers desplegaron once dotaciones, entre vehículos autobomba, unidades ligeras y equipos especializados en incendios industriales y agrícolas. En la imagen se observa a los efectivos trabajando con mangueras para sofocar las llamas, equipados con trajes ignífugos y equipos de respiración autónoma debido a la intensidad del humo.
La estrategia de extinción se centró en tres frentes: contener el avance hacia los campos, evitar que el fuego alcanzara las estructuras principales de la granja y sofocar los focos en los remolques y la paja acumulada.

Asistencia sanitaria
El Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) también se desplazó hasta el lugar con recursos de asistencia, atendiendo a una persona afectada. Aunque no se han detallado las lesiones, todo apunta a que se trataría de una intoxicación leve por inhalación de humo o de un golpe sufrido durante las tareas iniciales de control. No fue necesario su traslado hospitalario, aunque se mantuvo en observación preventiva.
Gracias a la rápida y coordinada intervención, el incendio pudo ser controlado antes de que afectara de manera grave a las zonas de cultivo cercanas. Una vez extinguidas las llamas, los equipos trabajaron en la fase de remojo para asegurar que no quedaran rescoldos ocultos que pudieran reavivar el fuego.
Investigación de las causas
Los técnicos de Bombers y los Agentes Rurales han iniciado una investigación para determinar el origen del fuego. Entre las hipótesis que se barajan figuran un posible cortocircuito en alguno de los remolques estacionados, el mal estado de instalaciones eléctricas próximas o una imprudencia con maquinaria agrícola.
La presencia de paja y materiales combustibles en espacios abiertos y sin protección incrementa el riesgo de incendios en zonas rurales, especialmente en periodos de sequía y altas temperaturas como el actual.
Recomendaciones y prevención
Las autoridades recuerdan la importancia de mantener despejadas las áreas de trabajo en granjas y explotaciones agrícolas, evitar acumular material inflamable cerca de edificaciones y disponer de puntos de agua o extintores de fácil acceso. También insisten en que, en días de riesgo elevado de incendio, se evite el uso de maquinaria que pueda generar chispas o calor excesivo en el campo.
Este incendio es un ejemplo de cómo, en cuestión de minutos, un fuego puede poner en riesgo tanto las instalaciones como la producción agrícola y, sobre todo, la seguridad de las personas. La actuación de los once equipos de Bombers y la colaboración del SEM fueron clave para que el incidente quedara resuelto sin consecuencias graves.