Una densa y oscura columna de humo rasgó la tranquilidad del cielo vespertino sobre las seis de la tarde. La potente señal visual generó una inmediata y justificada alarma en los alrededores. Un incendio de considerables proporciones se había desatado súbitamente durante la tarde de este lunes. La emergencia desató una rápida y masiva movilización de los equipos de extinción.
La virulencia de las llamas dibujó con celeridad un escenario de máxima tensión e incertidumbre en la zona. Aquellos momentos iniciales resultaron absolutamente críticos para poder contener una situación que amenazaba con descontrolarse. La preocupación crecía entre los trabajadores de las naves colindantes que observaban el preocupante suceso.
Un despliegue masivo en el Vallès Oriental
El siniestro tuvo lugar concretamente en el término municipal de Lliçà de Vall, en Barcelona. El fuego devoró por completo una nave industrial de unos 400 metros cuadrados de superficie.

Dicha instalación se encontraba ubicada dentro del polígono industrial Cantallops, un importante núcleo de actividad empresarial. Hasta diecisiete dotaciones de los Bombers de la Generalitat de Catalunya se desplazaron con urgencia al lugar.
Su objetivo primordial consistía en atajar el virulento foco que consumía la estructura sin descanso. Entre los vehículos desplegados se podían observar camiones autoescala para combatir las llamas desde las alturas.
Los accesos al polígono quedaron temporalmente restringidos para facilitar las labores de los equipos de emergencia. La perfecta coordinación de los bomberos fue completamente esencial desde el primer instante para controlar el perímetro.
El riesgo latente en la producción cosmética
La nave industrial afectada por el incendio se dedicaba a la producción de productos cosméticos. Esta actividad industrial específica a menudo implica el manejo de disolventes, alcoholes y otros compuestos químicos inflamables.
La propia naturaleza de estas materias primas pudo influir en la rápida propagación del fuego. Los bomberos se enfrentaron a un escenario realmente adverso por el denso humo generado. El color oscuro del humo sugería la combustión de plásticos y otros productos sintéticos almacenados.
Las imágenes compartidas por los servicios de emergencias mostraban los efectos devastadores del fuego. El techo de la instalación había colapsado por completo bajo el intenso calor de las persistentes llamas.

La seguridad como máxima prioridad en el polígono
Ante el evidente riesgo potencial, los equipos de emergencia actuaron con extrema cautela desde el principio. Establecieron un amplio perímetro de seguridad alrededor de la nave incendiada para garantizar la protección de todos. Esta medida crucial impidió que curiosos y vehículos ajenos se aproximaran a la zona de peligro.
Además, como acción preventiva, solicitaron el confinamiento del personal en las naves más próximas al incendio. Dicha acción buscaba evitar posibles intoxicaciones por la inhalación del humo tóxico que invadía el ambiente. Afortunadamente, las fuentes oficiales de los bomberos confirmaron la inexistencia de heridos en el suceso. La evacuación temprana y el confinamiento resultaron ser estrategias de seguridad muy efectivas en este caso.