Cuando la noche cae y la tranquilidad parece asegurada en una de las zonas turísticas más concurridas del verano, una chispa puede alterar la calma y convertir un destino vacacional en el escenario de un suceso inesperado. Esta madrugada, decenas de turistas y trabajadores han vivido momentos de máxima tensión tras un incidente que ha puesto a prueba la capacidad de reacción de los equipos de emergencias.
El episodio ha comenzado en plena madrugada, cuando el teléfono de emergencias 112 ha empezado a recibir llamadas alertando de un fuego forestal que avanzaba peligrosamente en la Cala Montgó. Según la información facilitada por Bombers de la Generalitat, el aviso oficial se ha registrado a las 03:47 de la madrugada, momento en que las primeras dotaciones han iniciado la movilización hacia la zona afectada. El fuego, originado en este paraje de la Costa Brava conocido por su valor natural y paisajístico, ha sorprendido a todos por la rapidez con la que se ha propagado entre la vegetación, en una noche marcada por la humedad y el calor acumulado durante el día.
Las imágenes difundidas por los equipos de emergencia y las redes sociales muestran la magnitud de las llamas y el trabajo intenso de los bomberos en plena oscuridad, rodeados de matorrales y pinos calcinados. El viento y las condiciones del terreno han obligado a extremar las precauciones, ya que cualquier cambio en la dirección de las ráfagas podía comprometer la seguridad de las personas alojadas en las inmediaciones.

Medidas drásticas: confinamiento preventivo de turistas
La rápida evolución del incendio ha obligado a tomar medidas preventivas para proteger tanto a los visitantes como a los trabajadores de la zona. Según han confirmado los Bombers, se ha decretado el confinamiento inmediato de un camping y un hotel situados a pocos metros del foco principal. La orden ha generado nerviosismo entre los alojados, que han seguido las indicaciones de las autoridades a la espera de que la situación se estabilizara.
En total, hasta 19 dotaciones terrestres de los Bombers han participado en las tareas de control, empleando vehículos especiales y equipos de protección para combatir las llamas y evitar su avance hacia áreas habitadas. El trabajo coordinado y la experiencia acumulada en este tipo de situaciones han resultado clave para evitar consecuencias mayores, especialmente en plena temporada alta, cuando la ocupación turística es máxima.
El avance del fuego: episodios de antorcheo y control al amanecer
Una de las particularidades de este incendio ha sido la aparición de episodios de antorcheo, un fenómeno en el que el fuego asciende de forma súbita y vertical, generando llamas de gran altura que pueden saltar obstáculos y aumentar el riesgo para personas y edificaciones cercanas. Este comportamiento ha dificultado las labores de extinción, obligando a redoblar esfuerzos en los puntos más críticos.
A pesar de la complejidad del terreno y la intensidad del fuego, los equipos de emergencia han conseguido controlar la situación poco antes de las siete de la mañana, según el parte oficial difundido por Bombers de la Generalitat a través de redes sociales. Afortunadamente, no se han registrado heridos ni daños estructurales graves, aunque sí una notable superficie de vegetación forestal calcinada y el lógico susto entre turistas y vecinos.