La tranquilidad de un mediodía soleado en Mataró se vio interrumpida por un suceso fuera de lo común. Algunos vecinos del Camí de Can Vilardell salieron a la calle para averiguar qué estaba pasando. El ruido de la chapa y la imagen del vehículo suspendido por los cables alertaron a todos los presentes.
Pasaban apenas unos minutos de las doce y media cuando el servicio de emergencias 112 recibió una llamada de auxilio. Al otro lado del teléfono, la voz del informante describía un automóvil que había colisionado contra un poste de la luz. La estructura se encontraba en peligro debido a que el impacto dejó el vehículo atrapado en el cableado.
El primer equipo de Bomberos que llegó a la zona constató la inusual posición del turismo, medio suspendido en el aire. No se trataba de un simple golpe de chapa: la furgoneta estaba encajada en los tensos hilos que sostienen el poste eléctrico. Cualquier movimiento brusco podía derivar en consecuencias mayores.
La prioridad fue evaluar la situación de la persona que viajaba en el vehículo. Según la información difundida por Bombers de la Generalitat, el conductor no presentaba lesiones aparentes. Aun así, los efectivos llevaron a cabo el protocolo de rescate habitual para asegurarse de que no hubiera lesiones internas.
Rescate complicado
Al tratarse de un coche que amenazaba con caer o golpear instalaciones eléctricas, se activó la Unidad de Càrrega del GROS. Este equipo especializado está preparado para trabajar con cargas pesadas y situaciones críticas. La presencia de la unidad permitió garantizar la estabilidad de la furgoneta mientras se realizaban las maniobras de recuperación.
Las imágenes compartidas por los bomberos muestran al turismo en una posición casi vertical, con la parte delantera encajada sobre el muro de una vivienda y la parte trasera colgando de los cables. El poste eléctrico, inclinado por el impacto, permanecía en pie gracias al cableado y a la propia sujeción en el suelo. Para los vecinos, el panorama resultaba tan insólito como preocupante.
Con la zona acordonada para evitar riesgos a peatones y curiosos, los bomberos se centraron en liberar el vehículo sin agravar los daños en el poste. El proceso requirió de varias maniobras de precisión, pues cualquier movimiento súbito podía afectar a la estabilidad de la estructura. El objetivo final era bajar el coche a ras de suelo sin que sufriera desperfectos adicionales.
El rescate culminó cuando la furgoneta quedó en una posición segura y el conductor pudo salir sin complicaciones. Según informaron los servicios de emergencias, ningún ocupante resultó herido, lo cual representa una gran fortuna dada la espectacularidad del suceso. Posteriormente, técnicos de la compañía eléctrica revisaron el estado del poste y del cableado para descartar averías que interrumpieran el servicio.