Vista aérea de un incendio forestal en una zona boscosa rodeada de campos y algunas casas mientras una gran columna de humo blanco se eleva sobre los árboles

Anuncio de última hora de Protecció Civil por el incendio de Mont-ras

Tarde complicada para los Bomberos

Una tarde de verano, sinónimo de descanso y bullicio en plena temporada alta, se vio abruptamente interrumpida por el sonido de las sirenas y una inquietante columna de humo que se elevaba hacia el cielo. La tranquilidad se transformó en tensión cuando miles de teléfonos móviles vibraron al unísono, mostrando en sus pantallas una alerta de emergencia que ordenaba el confinamiento inmediato.

El fuego, uno de los mayores temores estivales, había vuelto a mostrar su cara más amenazante, obligando a una movilización masiva de efectivos y poniendo en jaque a varias zonas residenciales y turísticas.

Tras horas de una lucha incansable contra las llamas, Protecció Civil ha emitido el comunicado que todos esperaban: el peligro más inminente ha pasado y la orden de confinamiento ha sido levantada. Una noticia que trae alivio, pero que también deja tras de sí una estela de preocupación y un recordatorio de la fragilidad del entorno en la época más calurosa del año.

Camión de los Bomberos de la Generalitat
Camiones de los Bombers | Govern

El fuego desata la alarma en el Baix Empordà

El suceso tuvo lugar en el municipio de Mont-ras, en pleno corazón de la Costa Brava gerundense. El incendio se declaró durante la tarde del sábado, en una jornada marcada por las altas temperaturas y una sequía acumulada que convertían el monte en un auténtico polvorín. Las llamas, avivadas por el viento, comenzaron a avanzar con una rapidez preocupante, encendiendo todas las alarmas en el Centre de Comandament de Bombers de la Generalitat.

De inmediato se activó un amplio dispositivo de emergencias. Decenas de dotaciones terrestres de los Bombers se desplazaron al lugar, apoyadas desde el aire por helicópteros y aviones de vigilancia y ataque, que descargaban agua sin cesar sobre los focos más virulentos.

La prioridad absoluta era establecer un perímetro de seguridad para frenar el avance del fuego, especialmente en los flancos que se dirigían peligrosamente hacia zonas habitadas y complejos turísticos, muy concurridos en pleno mes de agosto.

Confinamiento de urgencia y alerta en los móviles

Ante el cariz que tomaban los acontecimientos y la proximidad del humo y las llamas a núcleos poblados, la Direcció General de Protecció Civil activó el Plan Especial de Emergencias por Incendios Forestales de Cataluña (INFOCAT). La medida más drástica y necesaria no tardó en llegar: la orden de confinamiento para varias áreas específicas.

Fue entonces cuando entró en acción el sistema de alertas, un protocolo de envío masivo de alertas a la población a través de la red de telefonía móvil. Los residentes y turistas de las urbanizaciones de Torre Simona y la Granja d'en Vidal, así como los ocupantes de los campings Relax-Nat y Relax-Ge, recibieron en sus dispositivos el aviso de emergencia que les instaba a permanecer en el interior de los edificios y cerrar puertas y ventanas.

Esta tecnología, cada vez más consolidada, resultó clave para comunicar la orden de forma rápida y eficaz, evitando el pánico y posibles evacuaciones descontroladas que habrían complicado aún más las labores de extinción.

Helicóptero rojo de bomberos
Helicóptero rojo de bomberos | @bomberscat

Luz al final del túnel: el incendio se estabiliza

El trabajo coordinado y sin descanso de los equipos de extinción durante toda la tarde dio sus frutos y el incendio ha sido estabilizado. Con el perímetro asegurado y el peligro de propagación neutralizado, Protecció Civil pudo finalmente desactivar la orden de confinamiento. A través de un comunicado en sus canales oficiales, se anunció el fin de la medida para todas las zonas afectadas.  Han trabajado unos 120 efectivos.

No obstante, las autoridades han insistido en un mensaje de prudencia, solicitando a la ciudadanía que no se acerque bajo ningún concepto a la zona del incendio. El terreno permanece caliente, con puntos que pueden reavivarse, y es fundamental dejar los accesos libres para que los vehículos de emergencias puedan continuar con las tareas de remate y extinción completa.