Cuando cae la noche sobre la ciudad, el pulso de las calles cambia y, a veces, lo que parece una jornada cualquiera se convierte en escenario de episodios violentos que sacuden la rutina de miles de personas. Barcelona vuelve a ser noticia por motivos que nadie desea. La ciudad suma un nuevo episodio a su preocupante historial de tiroteos recientes, aumentando la sensación de inseguridad entre los vecinos y reabriendo el debate sobre el auge del crimen organizado en pleno corazón urbano.
Tiroteo en una terraza: una escena que hiela la sangre
El suceso se ha producido a última hora de la noche, en torno a las once y media, cuando un hombre fue tiroteado mientras se encontraba sentado en la terraza de un bar del Eixample, concretamente en el concurrido carrer Comte d’Urgell. Según ha confirmado El Caso, la víctima es Predrag Vujošević, un ciudadano de origen serbio de unos 50 años, con antecedentes penales y una historia reciente marcada por su salida de prisión, tras cumplir condena por delitos relacionados con el tráfico de drogas y los robos.
Testigos presenciales aseguran que los disparos generaron una situación de pánico entre los clientes y viandantes de la zona, mientras el autor del tiroteo desaparecía rápidamente sin dejar rastro. Pese a la gravedad del ataque, la víctima logró caminar por su propio pie hasta el cercano Hospital Clínic, donde fue atendido de urgencia por heridas de bala en el pecho. Su estado, según El Caso, es estable y, en principio, su vida no corre peligro.
Una guerra entre clanes que amenaza Barcelona
Las primeras pesquisas de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d’Esquadra apuntan a un posible ajuste de cuentas entre clanes de origen montenegrino. Según la información recogida por El Caso, la víctima estaría vinculada al clan Škaljari, uno de los dos grupos criminales enfrentados en una violenta guerra que ya ha dejado víctimas en la ciudad.
Hace solo unos días, Filip Knežević, miembro del clan rival Kavački, fue asesinado también a tiros en pleno centro de Barcelona, en lo que los investigadores consideran un episodio más de este enfrentamiento importado del este de Europa.
La dinámica de estos grupos mafiosos, conocidos por sus actividades de narcotráfico, robos y extorsión, ha transformado la capital catalana en uno de los escenarios principales de su rivalidad. La facilidad con la que se han producido estos ataques en lugares públicos y a plena luz de la noche refuerza la alarma social y pone en jaque a las autoridades, obligando a reforzar la presencia policial en zonas consideradas sensibles.
Reacción policial y clima de inquietud en la ciudad
Tras el tiroteo, varias patrullas de los Mossos d’Esquadra y de la Guardia Urbana acudieron rápidamente a la zona para acordonar el perímetro y recoger pruebas, mientras que la búsqueda del autor o autores del ataque sigue abierta. Por el momento, no se han producido detenciones, aunque la investigación se centra en el entorno de las mafias de los Balcanes y no se descartan nuevas acciones policiales en los próximos días.
El suceso ha provocado un importante despliegue policial y un refuerzo inmediato de la seguridad en el Eixample, una de las zonas con mayor densidad de bares y restaurantes de Barcelona. Los vecinos, visiblemente preocupados, reclaman mayor protección y medidas efectivas para evitar que este tipo de episodios se repitan en el futuro. La imagen de una ciudad cosmopolita y segura se ve amenazada por una oleada de crímenes que, aunque dirigidos a personas vinculadas al crimen organizado, generan miedo entre la ciudadanía y afectan directamente a la convivencia.