En las últimas horas, un incidente medioambiental ha puesto en máxima alerta a las autoridades y ha obligado a tomar medidas excepcionales para proteger a vecinos y visitantes. La presencia de una sustancia extraña en el agua ha motivado el cierre completo de un importante tramo de costa y la activación de un amplio operativo de emergencia que sigue desplegado hoy.
La alerta se originó ayer jueves, poco después de las cuatro de la tarde, cuando se detectó una mancha de gran tamaño, blanca y de textura viscosa, muy cerca de la orilla de la playa de Pixavaques, en la localidad de l’Ametlla de Mar, en la comarca del Baix Ebre. La sustancia desprendía un olor químico intenso, similar al de la gasolina, lo que hizo saltar todas las alarmas. Con el paso de las horas, la mancha inicial se fue extendiendo por el litoral y acabó afectando a numerosas playas y calas, desde la de l’Alguer hasta la zona de les Tres Cales.
Ante la situación, el consistorio activó de forma preventiva la prealerta del plan CAMCAT, el protocolo especial de emergencias para casos de contaminación de las aguas marinas en Catalunya. La medida implicó el cierre al baño de todas las playas del municipio, una decisión que se mantiene este viernes a la espera de conocer los resultados de los análisis.

Dispositivo especial y análisis de la sustancia
El Ayuntamiento de l’Ametlla de Mar, en coordinación con la Agència de Residus de Catalunya, ha desplegado un dispositivo de seguimiento y control del episodio. Ocho dotaciones de los Bombers de la Generalitat, incluidas unidades de drones y embarcaciones, se han sumado a los trabajos para inspeccionar la zona afectada y tomar muestras del producto. En las tareas participan también la Policía Local, los Mossos d’Esquadra, la Guardia Civil, Salvamento Marítimo, la Creu Roja y los Agents Rurals.
El objetivo prioritario, tal y como ha subrayado la alcaldesa Eva del Amo, es determinar con exactitud de qué sustancia se trata y si puede suponer un riesgo para la salud de las personas o para el medio marino. Solo después de este paso se investigará el posible origen de la contaminación y las responsabilidades que puedan derivarse.
Un litoral cerrado por precaución
El impacto medioambiental y turístico de este cierre es considerable. La Ametlla de Mar, un municipio de referencia para el turismo de sol y playa en la Costa Daurada, se encuentra en pleno mes de agosto, una época de alta afluencia de visitantes. La prohibición de baño afecta a vecinos y turistas por igual, que deben mantenerse fuera del agua hasta nuevo aviso. Las banderas rojas ondean en la mayoría de playas y los servicios de socorrismo informan continuamente a los bañistas de la restricción.
La Agència Catalana de l’Aigua ha señalado que, por la localización del problema, la gestión es competencia municipal, lo que ha obligado al consistorio a asumir la coordinación de las tareas de seguimiento, siempre en contacto con los organismos autonómicos y estatales.
Por ahora, no se ha informado de daños a personas ni de episodios de intoxicación vinculados a la sustancia, pero la incertidumbre persiste entre la población local y los visitantes. Las autoridades insisten en que no se debe entrar al mar y piden colaboración ciudadana para evitar cualquier riesgo innecesario.