La jornada de este sábado ha estado marcada por la tensión y la incertidumbre en uno de los episodios más críticos de incendios que se recuerdan en lo que va de año. Las imágenes del avance de las llamas y la movilización masiva de equipos de emergencia han hecho saltar todas las alarmas, obligando a las autoridades a extremar las precauciones y a la ciudadanía a estar muy pendiente de la evolución de la situación.
Un incendio que se agrava por momentos
Todo ha comenzado en torno al mediodía, cuando se ha recibido el primer aviso de un incendio de vegetación agrícola. Aunque en un principio la intervención parecía estar bajo control, el fuego ha mostrado una evolución desfavorable debido a las condiciones del terreno y la meteorología. Según la información proporcionada por Bombers de la Generalitat, el incendio habría comenzado en un vehículo, propagándose después a los campos de cultivo, muchos de ellos todavía sin segar. Este hecho ha incrementado el potencial destructivo del fuego, facilitando un avance rápido e incontrolable en cuestión de minutos.
El operativo inicial, compuesto por una decena de dotaciones terrestres y tres medios aéreos, se ha ido reforzando a medida que la magnitud del incendio aumentaba. El número de efectivos y recursos desplazados a la zona no ha dejado de crecer a lo largo de la tarde: en un primer momento, cerca de 30 bomberos trabajaban sobre el terreno, pero con el paso de las horas, la cifra ha superado las 50 dotaciones, entre terrestres y aéreas, apoyadas además por unidades de Mossos d'Esquadra y Protección Civil.

Los medios aéreos han centrado sus esfuerzos en los puntos más críticos, especialmente en la cabeza y el flanco izquierdo, que han sido los sectores con mayor actividad y riesgo.
La evolución del incendio ha obligado a los equipos de emergencia a adoptar medidas excepcionales. Se está priorizando el lanzamiento de agua desde helicópteros y aviones sobre las zonas donde el fuego amenaza con alcanzar zonas agrícolas aún por cosechar, una circunstancia que podría multiplicar los daños en cuestión de minutos. Tractores de la zona están colaborando abriendo franjas de tierra para intentar frenar la progresión de las llamas, mientras los efectivos coordinaban las descargas aéreas y las labores de extinción en tierra.
Las autoridades no han tardado en hacer un llamamiento a la población para que evite desplazamientos innecesarios y no se acerque a la zona afectada. Por su parte, Protección Civil ha activado la alerta del plan INFOCAT por la simultaneidad de varios incendios en Catalunya, solicitando el confinamiento preventivo de los municipios más próximos y restricciones de circulación en carreteras cercanas, entre ellas la A-2. Esta respuesta se debe al peligro real de que el incendio supere la capacidad de control si las condiciones no mejoran.
La magnitud de este incendio se refleja no solo en el número de efectivos desplegados, sino también en la extensión de terreno calcinado. Según los últimos datos confirmados, el incendio de Granyena de Segarra ya afecta a unas 410 hectáreas de vegetación agrícola.