Ana Botín, presidenta del Banco Santander

El movimiento del Banco Santander tras aumentar sus ingresos en comisiones

La entidad financiera presidida por Ana Botín elevó las comisiones

En un contexto marcado por la reciente  rebaja de tipos del BCE  hasta el 2,25 %, los márgenes de interés bancario se han visto erosionados, obligando a las entidades a buscar nuevas fuentes de rentabilidad. Con la morosidad controlada y la demanda de crédito estable, el foco se desplaza hacia los ingresos por comisiones, impulsados por seguros, banca corporativa y banca de inversión. Santander ha situado este frente como núcleo estratégico para sus cuentas de 2025.

Resultados del primer trimestre: más comisiones, menores impuestos

Durante el primer trimestre de 2025, Santander registró un beneficio atribuido de 3.402 M€, un incremento interanual del 19 %, gracias en buena parte a un aumento del 4 % en comisiones netas, que ascendieron a 3.369 M€ (9 % en euros constantes). 

A este crecimiento se añadieron ingresos extraordinarios por reducción fiscal: el impuesto bancario se redujo de 335 M€ en el 1T de 2024 a apenas 87 M€ en 2025. Estos elementos permitieron compensar la debilidad del margen de intereses y mejorar la rentabilidad, con un RoTE del 15,8 % y una ratio de eficiencia que descendió al 41,8 %.

Una mujer de cabello largo y suelto posa frente a un café de la marca Santander.
Oficina de Banco Santander con una mujer delante | XCatalunya, Banco Santander, Dima Valkov

Seguros y banca de inversión como motores de estabilidad

El consejero delegado Héctor Grisi subraya el crecimiento en dos frentes: seguros y banca corporativa/inversión (CIB). En seguros, el volumen de primas brutas alcanzó 2.666 M€, un 4 % más que en el mismo periodo del año anterior, con un notable empuje de los productos de ahorro vinculado a las mayores rentabilidades que ofrecen los tipos.

Paralelamente, CIB mostró una fuerte actividad, con el margen bruto incrementándose un 8 % y los ingresos de Global Markets disparándose un 23 % hasta 993 M€. Además, Santander escaló posiciones en banca de inversión, alcanzando el segundo lugar en EE. UU. por volumen de OPV, con seis salidas a bolsa por valor de 4.000 M$, donde actuó como coordinador global.

Estrategia de crecimiento

La hoja de ruta de Santander contempla un crecimiento sostenido en mercados clave como Estados Unidos, Portugal y México. En concreto, se contempla la opción de fusiones y adquisiciones en México, siempre que generen un retorno superior al 20 %, tras su reciente inversión de 2.000 M$ en infraestructuras y pymes y el lanzamiento de la versión digital de Openbank.

Un hombre con expresión de sorpresa se encuentra frente a una sucursal del banco Santander.
Imagen de una oficina del Banco Santander con una persona preocupada | XCatalunya, Banco Santander, Kaboompics.com de Pexels

Asimismo, la filial británica contempla posibles movimientos sobre TSB (parte de Banco Sabadell), aunque aún sin definir una oferta concreta.

Diversificación y capital: pilares de futuro

Los indicadores de solvencia y capital son sólidos: la ratio CET1 fully loaded se elevó al 12,9 %, cifra apoyada en la generación ordinaria de capital y en el plan de recompra de acciones por valor de 10.000 M€ anunciado para 2025‑2026.

Además, es remarcable que Santander captó nueve millones de clientes en tres meses, alcanzando los 175 millones a nivel global. La estrategia "One Transformation" prosigue su labor de simplificación tecnológica, con ahorros acumulados de 500 M€ gracias a la migración de sistemas legados a plataformas en la nube.

Una persona sonriente con un moño en el cabello sostiene un teléfono móvil frente a un edificio con el logotipo de Santander.
Montaje en el que aparece una oficina de Banco Santander y una clienta contenta | Viktor Gladkov, XCatalunya, Banco Santander

La banca del futuro, un nuevo modelo de banca

Santander ha logrado convertir el entorno de tipos bajos en una oportunidad para consolidar una banca más estable, con ingresos diversificados y menos sensibles a fluctuaciones. El impulso en comisiones, sostenido por banca de inversión y seguros, complementado con una sólida gestión del capital y una disciplina financiera favorable, apuntan hacia un modelo de mayor resistencia y eficiencia.

El reto para lo que resta de 2025 será sostener ese ritmo de crecimiento comisionista, gestionando la complejidad regulatoria y económica, y aprovechando las eventuales oportunidades de expansión, sin perder el foco en la rentabilidad que exigen los accionistas.