En un entorno global marcado por la moderación de la inflación, la creciente incertidumbre geopolítica y un panorama de tipos de interés fluctuantes, los grandes bancos europeos consolidan posiciones clave. El repunte de los mercados financieros y la necesidad de estabilidad operativa refuerzan la consolidación bancaria como vía para optimizar recursos, diversificar geográficamente y ampliar oferta de servicios.
En este escenario europeo, la venta de activos no estratégicos se convierte en arma dual: permite aliviar presiones cortoplacistas y fortalece la posición para futuras expansiones. Santander, con un músculo de capital reforzado tras gestiones como las recompras, ha encontrado la ocasión ideal para actuar: la posible compra de TSB, filial británica del Sabadell.
Puja por TSB: oportunidad estratégica y defensa ante OPA
Según múltiples fuentes —incluyendo Sky News, Bloomberg y Sky reproducido en Cinco Días—, Banco Santander ha contactado directamente con Sabadell para explorar la adquisición de TSB, sin haber presentado aún una oferta formal. Tanto Santander como Barclays, NatWest y HSBC figuran como candidatos, y las ofertas preliminares rondan entre £1.7–£2 mil millones (≈2 000 M €).

La operación, más allá de su dimensión económica, es también simbólica y estratégica: Reino Unido representa un mercado prioritario para Santander como vía de diversificación frente a los riesgos de tipos y políticas domésticas, alineado con su actual enfoque estadounidense y mexicano.
Defensa frente a la opa del BBVA
TSB aparece también en clave defensiva. Sabadell —objetivo de una opa hostil de BBVA— utiliza la posible venta de su filial británica como “píldora envenenada” (poison pill) para complicar la oferta rival. La venta requeriría junta extraordinaria, retrasando el proceso de OPA hasta septiembre, si la CNMV y el Consejo de Ministros aprueban el plan.
BBVA, por su parte, insiste en que la salida de TSB no alterará su propuesta en términos de precio o condiciones. Sin embargo, el sabadellense Josep Oliu ya adelantó que los ingresos de la venta se destinarán a repartir dividendos extraordinarios, recompra de acciones o fortalecer capital, lo que puede reducir el atractivo de la OPA.

Análisis financiero y perspectivas
Impacto bursátil y financiero
El anuncio ha causado volatilidad en los mercados: las acciones de Sabadell cayeron inicialmente cerca de un 2 %, mientras que la prima sobre la oferta del BBVA se amplió hasta el 7 %. Se calcula que Sabadell podría registrar plusvalías netas adicionales de unos 200 M € si logra vender TSB a unos 2 400 M €, lo que revalorizaría el negocio frente a la OPA.
TSB, que logró 208 M £ de beneficio en 2024 tras afrontar retos tecnológicos y regulatorios, aporta un flujo estable pero limitado en rentabilidad. Para Sabadell, perderlo implica prescindir de diversificación y de su puerta al mercado británico.
Estrategia de Santander y efectos macroeconómicos
Santander llega en buena forma: recientemente vendió su negocio en Polonia y ha reforzado capital y retorno al accionista—con recompras previstas hasta 10 000 M € en 2025‑26, junto a un ROTE objetivo del 16,5 % cincodias.elpais.com—, lo que le da capacidad para ampliar su huella internacional.

Ganar TSB le permitiría ganar escala en el Reino Unido —actualmente plasma 14 M de clientes tras sumas previas como Alliance & Leicester y Abbey— y reforzar su diversificación de ingresos en libra esterlina, moneda que ofrece hedge natural frente al euro.
Una jugada maestra para el banco y para sus clientes
La posible adquisición de TSB por parte de Santander constituye una operación relevante desde múltiples perspectivas:

- Defensiva para Sabadell frente a la opa de BBVA.
- Expansiva para Santander, que refuerza su perfil global y su posición en el Reino Unido.
- Financiera, por sus efectos sobre plusvalías, dividendos y estructura de capital.