Mujer sorprendida frente a una sucursal de BBVA con un cajero automático al lado.

Mazazo para el BBVA antes del final de la OPA al Banc Sabadell

Los números que revela el BBVA lo dejan en muy mala situación

El mundo bancario español está experimentando una transformación profunda. Los principales bancos del país no logran frenar una tendencia inquietante: la pérdida sostenida de accionistas particulares. Entre ellos, el BBVA es el caso más llamativo en lo que va de año, con un descenso acelerado que ya genera inquietud entre los analistas y pequeños inversores.

Desde hace más de una década, la base accionarial de la banca española se ha ido reduciendo, golpeada por factores como la digitalización, la concentración bancaria, el desinterés de los pequeños ahorradores por los mercados financieros, y, más recientemente, la incertidumbre en torno a operaciones corporativas estratégicas. 

Un inicio de 2025 con sabor amargo

BBVA ha vivido en los primeros tres meses del año un notable deterioro en su estructura de accionistas. En este breve lapso, el banco ha perdido más de 23.000 inversores, una cifra que por sí sola casi iguala toda la pérdida sufrida en 2024, cuando se despidieron unos 28.000 accionistas en total.

Mossos d'Esquadra y oficina de BBVA
Un policía y una oficina del BBVA al fondo de la imagen | Canva, XCatalunya

La magnitud del cambio es tal que el BBVA, por primera vez en su historia, ha descendido por debajo del umbral de los 700.000 accionistas. A finales de marzo, la entidad bilbaína contaba con 690.635 inversores en su accionariado, frente a los 714.069 registrados en diciembre. El descenso supone una caída del 3,3% en solo un trimestre.

Este fenómeno no puede analizarse sin vincularlo a la OPA hostil lanzada sobre Banco Sabadell. Aunque aún se desconoce el desenlace definitivo, el movimiento ha generado dudas entre los accionistas minoritarios, algunos de los cuales parecen haber optado por dejar de invertir ante la incertidumbre.

Un hombre sonriente con camisa de mezclilla está de pie frente a una sucursal de BBVA.
Hombre feliz y una oficina del BBVA de fondo | BBVA, Ridofranz, XCatalunya

Silencio desde Sabadell y contracción en todo el sector

Curiosamente, el Sabadell ha optado por no comunicar su número actual de accionistas desde que se hizo pública la opa. La última cifra disponible, correspondiente al primer semestre de 2024, indicaba 196.497 inversores. La entidad catalana justificó esta decisión como una estrategia para no ofrecer pistas a su competidor. 

Tampoco se libra CaixaBank, que cerró el primer trimestre del año con 540.555 accionistas, 15.000 menos que en diciembre. La fusión con Bankia en 2021 impulsó su base accionarial por encima de los 660.000, pero la tendencia descendente ha regresado. En sus mejores tiempos, CaixaBank llegó a superar los 700.000 accionistas.

Santander, el más grande, también recorta

Ni siquiera el Santander, líder por número de inversores y capitalización bursátil, escapa a la tendencia. La entidad presidida por Ana Botín ha perdido cerca de 50.000 accionistas en el primer trimestre y 150.000 en los últimos doce meses. En total, ha pasado de 3,58 millones de accionistas en marzo de 2024 a 3,43 millones ahora.

Aunque el Santander sigue siendo el banco con más accionistas en el Ibex-35, su caída porcentual del 4,1% en un año subraya que incluso los gigantes del sector están expuestos a la pérdida de confianza de los pequeños inversores.

Bankinter, que había conseguido recuperar algo de terreno en trimestres anteriores, también ha vuelto a cifras negativas. Ha cerrado marzo con 53.023 accionistas, frente a los 56.547 de diciembre. La caída del 6,2% en un solo trimestre y del 12,3% en un año es particularmente preocupante dado el perfil tradicionalmente estable de su base inversora.

La cifra que marca un antes y un después

En este contexto de salidas masivas, el BBVA marca un nuevo mínimo histórico: el banco bilbaíno ha perdido un total de 35.465 accionistas en los últimos doce meses, y ha cerrado el primer trimestre de 2025 con exactamente 690.635 accionistas.  Esta cifra, simbólicamente y por primera vez, lo sitúa por debajo del umbral psicológico de los 700.000. Una señal de advertencia para el sector y, quizás, para su estrategia a futuro.