España es un país lleno de particularidades culturales que no dejan indiferente a quienes lo visitan o deciden instalarse aquí. Desde nuestros horarios de comidas hasta nuestra forma de socializar, los extranjeros suelen maravillarse (y a veces desconcertarse) con costumbres que para nosotros son completamente normales. Una de estas diferencias, que resulta especialmente llamativa, son los horarios de comida.
Esto es precisamente lo que ha experimentado una joven norteamericana que ha decidido mudarse a España para trabajar como profesora de inglés. Acostumbrada a los horarios de su país natal, ha quedado completamente sorprendida al enfrentarse a lo que aquí consideramos "normal" en cuanto a las horas para comer y cenar. En un vídeo que se ha hecho viral, la joven explica con asombro: “No comemos hasta las tres de la tarde, y ahora mismo son las cinco y la gente sigue en la calle, pero no para cenar”.
En Estados Unidos, la rutina suele ser completamente diferente. Allí, las comidas principales se hacen mucho antes. “Si vas a cenar sobre las seis, siete u ocho de la tarde, eso es cenar pronto”, comentó. Sin embargo, en España, cenar a esa hora es prácticamente imposible si no estás en un lugar turístico. Aquí, el horario habitual para la cena se sitúa alrededor de las nueve de la noche, algo que sigue siendo un misterio para muchos extranjeros.
Más impactos
Este aspecto de la cultura española, aunque chocante al principio, es algo que muchos extranjeros terminan apreciando con el tiempo. Les permite disfrutar de las largas tardes y noches españolas, ya sea paseando, socializando o simplemente tomando algo en una terraza.
Además de los horarios de comida, también destacó la forma en la que los españoles aprovechan el día. En España, la vida se alarga hasta altas horas de la noche, con personas en la calle incluso entre semana. Otra de las cosas que más le ha sorprendido a la profesora sobre su nueva vida en territorio español es la libertad que tienen muchas mujeres.
Lucen tacones desde muy jóvenes y les dejan salir a la calle hasta tarde, algo a lo que ella no está muy acostumbrada en su país. Además, visten mejor que las chicas de los Estados Unidos, dice. También le ha llamado la atención que los alumnos de la escuela tengan media hora de descanso a media mañana y que luego vayan a casa a comer en lugar de en la propia escuela.