En las últimas horas, varios usuarios del Banco Santander experimentaron un inesperado sobresalto que debe ser solucionado. Desde la entidad bancaria, se ha mandado un mensaje a los clientes advirtiéndoles que los técnicos estaban haciendo todo lo posible para subsanar el problema. La preocupación ha sido máxima y no es para menos.
Los clientes se han asustado (y con razón) al comprobar que sus cuentas reflejaban un saldo inusual: diversos cargos, así como algunos abonos, aparecían repetidos en la relación de movimientos de sus tarjetas. Este problema, que afectó a la visualización de sus fondos reales, generó dudas e inquietud entre los clientes, quienes se preguntaban si se había producido algún cargo indebido o si estarían viendo mermado su saldo disponible.
La alarma surgió a raíz de un aviso que el propio Banco Santander envió a través de su aplicación móvil y de su servicio web, indicando que, “por una incidencia técnica”, era posible que algunos movimientos de tarjeta se mostraran duplicados. Dicho aviso venía acompañado de la aclaración de que la entidad estaba trabajando para revertir la situación cuanto antes, pidiendo disculpas por las molestias que este error pudiera ocasionar.
Se trata, no obstante, del segundo fallo de estas características que sufre el Santander en menos de un año: en marzo de 2024 se produjo un incidente muy similar, también vinculado a la duplicación de cargos en las cuentas.
No es la primera vez que ocurre
Según han asegurado fuentes del banco a elDiario.es, esta reciente incidencia quedó solucionada en torno a las 19.00 horas del jueves, y se descarta por completo que esté relacionada con un ataque informático o una brecha de seguridad en los sistemas de la entidad. El problema residía, al parecer, en un fallo interno de la plataforma tecnológica encargada de gestionar los movimientos de las tarjetas, lo que generó esas duplicidades meramente “visuales”.
No hay que alarmarse
El banco insiste en que, al ser un fallo que solo afectó a la “visualización” de los movimientos, los clientes podían seguir operando con normalidad, sin arriesgarse a que se les cobrara dos veces por una compra o transacción.
No se han detectado indicios de robo de datos ni de un acceso no autorizado a la información confidencial de los usuarios, y la detección del fallo fue rápida gracias a los sistemas de monitorización y a las quejas recibidas por parte de los propios clientes. Aun así, la entidad ha preferido extremar la prudencia, dejando claro que investigará a fondo la raíz de la incidencia para evitar que suceda de nuevo en el futuro.
A efectos prácticos, y una vez subsanada la anomalía, las cuentas de los usuarios han vuelto a reflejar de forma correcta los movimientos de las tarjetas, sin duplicaciones ni alteraciones. Tras el “aviso importante” que se pudo ver en la aplicación del banco, algunas personas siguen revisando con lupa sus últimos movimientos para corroborar que, en efecto, no se han practicado cargos erróneos.