Una mujer de cabello largo y suelto posa frente a un café de la marca Santander.

El dato del Banco Santander que no gusta a muchos clientes

Los beneficios de los que disponen los clientes digitales no están disponibles para los convencionales

El Banco Santander, con más de un siglo de historia, se ha convertido en uno de los referentes de la banca internacional gracias a su capacidad de adaptación y a la amplitud de su oferta de servicios. Su expansión comenzó en España, pero con el tiempo ha logrado extender su presencia a Europa y América, reforzando su reputación como uno de los actores financieros más sólidos a nivel global. Según datos proporcionados por Help My Cash, cuenta con más de 164 millones de clientes, un aval que refleja la confianza que sus usuarios han depositado en la entidad a lo largo de su trayectoria.

Además de su presencia en países europeos, donde destaca en mercados como el Reino Unido o Portugal, el banco opera con fuerza en naciones de América, entre ellas Estados Unidos, México, Brasil y Argentina, lo que le ha permitido diversificar sus ingresos y asegurarse una posición privilegiada frente a competidores de escala nacional.

El Santander ha emprendido en los últimos años una estrategia basada en la digitalización y la innovación. Muestra de ello es la creación de un amplio abanico de productos en línea, entre los que destaca la Cuenta Online Santander, diseñada para atender a la creciente demanda de servicios digitales. Este enfoque responde a las nuevas tendencias de consumo, pues muchos clientes priorizan la gestión de sus finanzas a través de sus dispositivos móviles.

Incluso en su ámbito presencial, la entidad ha buscado reinventarse con la  introducción de oficinas Santander Smart y espacios Work Café, concebidos para ofrecer una experiencia más cercana y personalizada. Sumados a ello, proyectos como Santander Music evidencian el interés de la entidad por llegar a públicos más jóvenes, mientras que iniciativas de responsabilidad social como Santander Universidades consolidan su presencia en un ámbito que trasciende el meramente comercial.

Lo que no gusta a la clientela

Sin embargo, hay un dato concreto que no deja satisfechos a algunos de sus clientes: quienes no cumplen ciertas condiciones se enfrentan a la posibilidad de pagar hasta 240 euros anuales en concepto de comisiones por mantenimiento de cuenta. Aunque el banco también ofrece opciones exentas de cargos para los usuarios que se acogen a su oferta digital —así como la posibilidad de pagar nada o muy poco si se cumplen ciertos requisitos—, la existencia de ese techo de 240 euros se ha convertido en motivo de queja para un sector de su clientela.

Oficina del Banco Santander
Tienda del Banco Santander | Banco Santander

Es cierto que el Santander no es la única institución financiera que ha optado por esta clase de estructura de costos; sin embargo, el peso de su marca y su posición hegemónica en el mercado hacen que los clientes esperen condiciones más ventajosas, especialmente en un contexto donde otras entidades y fintech han emprendido una guerra de precios y promociones para captar depósitos y nóminas de nuevos usuarios.

Aunque estos cargos son evitables para quienes cumplan con los requisitos establecidos por el banco —tales como domiciliar la nómina, mantener un saldo mínimo o contratar determinados servicios—, muchos usuarios se han manifestado en redes sociales expresando su disconformidad. Para algunos, este sistema de requisitos supone un obstáculo que puede resultar difícil de asumir, en especial cuando la situación económica personal no se ajusta al perfil que la entidad considera ideal.