Un hombre sonriente con camisa de mezclilla está de pie frente a una sucursal de BBVA.

Gratis: La gran novedad de BBVA a sus clientes

Esta novedad es beneficiosa para los clientes de esta entidad bancaria

En plena era digital, donde cada segundo cuenta y la inmediatez se ha convertido en una necesidad más que en un lujo, las entidades bancarias están adaptando sus servicios a las exigencias del nuevo consumidor. Pero algunas lo hacen de forma más decidida que otras. En este contexto, una de las mayores entidades financieras del país ha dado un paso inesperado que podría cambiar radicalmente la forma en la que millones de personas gestionan su dinero.

BBVA ha iniciado una transformación discreta, casi sin hacer ruido, pero con consecuencias que van mucho más allá de una simple mejora técnica. Y aunque sus movimientos más recientes han pasado desapercibidos para el gran público, están a punto de consolidar un cambio que lleva años gestándose en el corazón de la banca europea.

Persona molesta con el BBVA
Una oficina del Sabadell y una más pequeña del BBVA y una persona llamando | Canva, Banco Sabadell

Una revolución silenciosa: las transferencias inmediatas se normalizan

El 9 de enero de 2025, BBVA activó un nuevo sistema que permite a sus clientes realizar transferencias inmediatas desde su web o aplicación móvil sin ningún tipo de coste adicional. La entidad lo presenta como una medida que responde al nuevo reglamento europeo y a su compromiso con la digitalización. Pero lo cierto es que esta decisión va mucho más allá de una simple adecuación normativa.

Hasta ahora, las transferencias inmediatas —aquellas que permiten enviar dinero en segundos a otra cuenta bancaria— solían implicar una comisión. Pese a que Bizum había logrado popularizar la idea del “pago al instante”, muchos clientes aún optaban por las transferencias estándar (de 24 a 48 horas) para evitar el coste extra. Esa barrera, en BBVA, ya no existe.

Mossos d'Esquadra y oficina de BBVA
Un policía y una oficina del BBVA | Canva, XCatalunya

Coherencia entre canales: también en oficinas

La entidad no ha limitado este cambio al entorno digital. BBVA ha decidido igualar las tarifas de las transferencias inmediatas realizadas en oficinas con las de las estándar, lo que significa que tanto el cliente que opera online como el que acude a una sucursal tiene ahora las mismas condiciones. Una medida que, aunque puede parecer menor, refuerza la coherencia de su modelo de atención y evita agravar la brecha digital entre generaciones.

Este ajuste en las tarifas llega en un momento clave, donde el reglamento 2024/886 del Parlamento Europeo impone que las comisiones por transferencias inmediatas no pueden ser superiores a las de cualquier otra transferencia similar. En otras palabras, la banca ya no puede penalizar al usuario por querer que su dinero llegue en segundos.

Pero lo verdaderamente importante estaba al final

Más allá de tecnicismos, tarifas o normativas, lo que BBVA ha hecho con esta medida tiene un valor simbólico y estratégico enorme: acaba de declarar el fin de las transferencias lentas de pago, y con ello, pone el listón muy alto para el resto de bancos. Porque no se trata solo de ofrecer una función más, sino de normalizar la inmediatez como estándar.

Lo que hasta hace poco era un extra opcional —y de pago—, ahora es lo mínimo exigible. Y si BBVA lo ha hecho, los demás no tardarán en seguir el mismo camino. En otras palabras: la velocidad ya no es un privilegio digital, es un derecho financiero. Y quien no lo entienda, se quedará atrás.