Una persona con vestido rojo sentada en un estudio de televisión con fondo verde.

Golpe muy duro para Laia Ferrer tras el fallecimiento de alguien muy cercano

La periodista de TV3 compartió este momento en las redes

La pantalla de TV3, esa que tantas veces transmite noticias, entretenimiento o emoción deportiva, también es a veces un espejo de los sentimientos más íntimos de quienes la habitan. Esta semana, una de sus periodistas más reconocidas ha compartido una publicación que ha removido a muchos espectadores y compañeros de profesión.  Con palabras cálidas, nostálgicas y llenas de verdad, ha recordado a alguien que no aparecía delante de cámara, pero cuya presencia era constante, viva, y profundamente influyente en los pasillos de una de las disciplinas más exigentes y apasionantes del mundo audiovisual.

La periodista, vinculada desde hace más de dos décadas al mundo del deporte, ha crecido profesionalmente en entornos marcados por la adrenalina, la velocidad y el trabajo en equipo. Desde sus inicios en programas informativos hasta sus años más brillantes recorriendo el mundo en grandes eventos internacionales, ha acumulado no solo experiencia, sino también relaciones humanas que han marcado su carrera y su vida.

Montaje con Laia Ferrer de pie en un circuito de Fórmula 1 y en la esquina superior directo un emoticono de susto
Laia Ferrer feliz y una cara sorprendida a la izquierda | instagram - @laiaferrer, Twemoji, XCatalunya

Una trayectoria ligada al asfalto y al esfuerzo

Durante años, fue uno de los rostros habituales del paddock. Una periodista que supo ganarse el respeto de pilotos, ingenieros, técnicos y también del público. Era fácil identificarla en las transmisiones de Fórmula 1, con el micrófono en mano y la mirada atenta, preguntando lo justo, conociendo cada rincón del circuito y cada rostro del equipo técnico. Aquella época, marcada por viajes constantes, madrugones, emociones fuertes y muchas horas bajo el sol abrasador o la lluvia inesperada, dejó una huella imborrable.

A pesar de que TV3 dejó de retransmitir la Fórmula 1 hace ya años, quienes formaron parte de aquella cobertura siguen recordando aquella etapa como una de las más vibrantes. Y no es para menos: compartir tantas vivencias intensas, en un entorno tan exigente y globalizado, genera vínculos que van mucho más allá del trabajo.

Un hombre con expresión de sorpresa frente a un edificio con logotipos de canales de televisión.
Persona sorprendida y los estudios de TV3 | TV3, max-kegfire

Un mensaje que paralizó las redes

Por eso, cuando esta veterana del periodismo deportivo publicó en sus redes un mensaje tan cargado de emoción, sus palabras resonaron profundamente. Hablaba de alguien a quien conocía bien, de alguien que siempre la hacía reír, que tenía una media sonrisa permanente, que se ofrecía a escuchar en los momentos de tensión, que aparecía por sorpresa para compartir una caña y una conversación. Un argentino con alma festiva, pero también una profesionalidad incuestionable.

“Me llamabas Laíta”, escribía ella, con una mezcla de incredulidad y dolor. “El paddock no será lo mismo sin ti. Sigue de fiesta y transmitiendo tu magia allí donde estés”. Decía adiós a una parte importante de su vida, y lo hacía con la naturalidad de quien no puede esconder lo que siente.

La Fórmula 1 pierde a uno de los suyos

El mensaje era un homenaje. Pero también una despedida. Porque el protagonista invisible de esas palabras era Ulises Panizza, cámara argentino de la transmisión oficial de la Fórmula 1, fallecido de forma inesperada. Una figura fundamental detrás de las imágenes que millones de aficionados han visto sin saber quién estaba al otro lado del objetivo. Panizza era el responsable de capturar momentos únicos en boxes, entrevistas emocionantes y planos que transmitían la esencia del deporte más rápido del planeta.

Franco Colapinto, joven promesa del automovilismo argentino, también lo despidió en redes con un mensaje que estremeció al paddock. “Un grande, Uli. Qué lindo haber compartido mis primeras carreras contigo. Te vamos a extrañar”.

Y así, entre recuerdos, anécdotas y lágrimas silenciosas, Laia Ferrer —ahora en el 3/24 y aún en plena transición profesional— rinde homenaje a un amigo, un compañero y un símbolo de una etapa irrepetible. Porque a veces, la televisión también es memoria. Y el duelo, aunque callado, se cuela por las rendijas de la pantalla.