Si pensabas que ya lo habías visto todo en internet, espera a conocer a este golden retriever marrón, grande y peludo, que ha causado sensación en redes sociales por su peculiar método para intentar robar comida en plena madrugada. Su técnica: hacerse el sonámbulo. Sí, como lo oyes.
Una escena de película
Todo comenzó con un vídeo casero donde se ve a este perro caminando en plena noche, con la luz tenue de la cocina encendida y el silencio típico de las tres de la madrugada. Lo que llama la atención no es solo su tamaño imponente ni su hermoso pelaje color miel, sino la forma en la que se mueve, como si estuviera en trance.
Primero asoma la cabeza por el pasillo. Luego da un paso, se detiene, y se queda mirando al vacío. Da otro paso, pero sin hacer ruido, casi deslizándose. Parece que va dormido, como si no supiera lo que está haciendo… pero todos sabemos que lo sabe perfectamente.

La pillada en directo
Lo que Toby no esperaba era que Clara, su humana, estuviera despierta esa noche, trabajando en su portátil. Al oír los pasos suaves por el pasillo, sacó el móvil para grabar y se encontró con el espectáculo: su perro fingiendo estar dormido mientras se acercaba a la mesa del comedor, donde había quedado una tarta de cumpleaños a medio comer.
Y es ahí cuando ocurre lo mejor del vídeo: el perro se congela completamente, con una expresión entre culpable y desentendida, como si acabara de despertar de un sueño profundo. Baja lentamente las patas, gira la cabeza despacio y se sienta como si nada hubiera pasado.

Las redes enloquecen
El vídeo se ha vuelto viral, con más de 3 millones de reproducciones en menos de 48 horas. En los comentarios, los usuarios no han tardado en comparar a este perrito con actores como Javier Bardem o incluso Anthony Hopkins por su capacidad de mantenerse en personaje.
No es la primera vez que intenta colarse en la cocina con trucos teatrales. En otra ocasión, fingió estar cojeando para distraer a su dueña mientras su amigo perruno —un caniche de la vecina— intentaba entrar por la ventana. La operación fracasó, pero dejó claro que Toby no es un perro cualquiera: tiene cerebro, astucia y una gran vena dramática.
¿Quién dijo que los perros no son listos?
Historias como esta nos recuerdan lo inteligentes, sensibles y sorprendentes que pueden ser los perros, especialmente los golden retriever, conocidos por su lealtad, su capacidad de aprender trucos y, como ha demostrado este protagonista peludo, su talento para el teatro.
Y aunque al final no logró robar la tarta, sí se robó otra cosa: el corazón de millones de personas en internet. Su actuación ha sido tan perfecta que, si algún día existe un “Premio Canino de Interpretación”, sin duda, él sería el primer nominado. Porque no todos los días se ve a un perro haciéndose el sonámbulo para intentar conseguir un dulce a escondidas. Pero cuando ocurre, el mundo entero aúlla de risa.