Mujer sonriente con saco claro y blusa oscura sentada frente a un fondo de billetes de euro de diferentes denominaciones

La experta Natalia de Santiago te advierte del riesgo con tu dinero dentro de 20 años

Invertir o perder poder adquisitivo: el mensaje de Natalia de Santiago sobre el futuro del ahorro

La economía europea, marcada por un periodo prolongado de tipos altos, sigue dejando señales claras: ahorrar no basta. Mientras los bancos centrales aún debaten si relajar la política monetaria, millones de ciudadanos continúan utilizando cuentas corrientes como su principal refugio financiero. Sin embargo, esta práctica podría estar comprometiendo su estabilidad futura más de lo que imaginan. En este contexto, la advertencia lanzada por Natalia de Santiago cobra una nueva dimensión. Su mensaje es rotundo: el dinero que no se mueve, pierde valor.

Aunque la inflación haya cedido ligeramente en comparación con los picos alcanzados en 2022, sigue siendo un fenómeno acumulativo que erosiona el poder adquisitivo de forma silenciosa. Para quien mantiene sus ahorros “aparcados” sin ningún tipo de rendimiento, la pérdida es inevitable. Un dato lo resume todo: entre 2004 y 2024, la inflación acumulada en España superó el 55 %. En términos reales, esto significa que mil euros de entonces valen hoy apenas 645.

La importancia de separar gastos y planificar el ahorro desde el inicio

Antes de lanzarse al mundo de la inversión, Natalia de Santiago insiste en una idea que muchos siguen pasando por alto: ordenar bien las finanzas personales. Según explica, la base está en distinguir claramente entre los gastos fijos —como el alquiler, las suscripciones o la luz— y los gastos variables o discrecionales, es decir, aquellos ligados al consumo no esencial. “Saber qué parte del dinero se va en cada tipo de gasto nos da margen de maniobra y control”, señala.

Mujer sonriente con fondo de documentos, calculadora, una computadora portátil y un símbolo de advertencia rojo
Montaje en el que se ve una imagen de deudas y a Natalia de Santiago | XCatalunya, InstaStudio, redes

Esta organización no requiere herramientas sofisticadas. Basta con una hoja de papel, una libreta o una sencilla tabla en Excel. Lo relevante no es el medio, sino el hábito. Y dentro de esa estructura, hay una regla de oro: el ahorro no puede dejarse para el final del mes. “Si esperamos a ver si sobra algo, es muy probable que no quede nada”, advierte. Por eso, recomienda tratarlo como un gasto fijo más, que se reserve automáticamente nada más recibir el sueldo.

Dejar el dinero quieto puede costarte más de la mitad de tus ahorros

La advertencia que lanza Natalia de Santiago sobre el futuro del dinero parado es inquietante. Según sus cálculos, mil euros ahorrados hoy, si no se invierten, podrían valer apenas 450 en el plazo de dos décadas. La cifra impacta, pero el razonamiento es simple: aunque la inflación se reduzca, los precios siguen subiendo. Y cada subida se acumula sobre la anterior. “Que la inflación baje no significa que los precios caigan. Simplemente, suben más despacio”, explica.

En este sentido, dejar los ahorros en una cuenta corriente sin rendimiento —incluso en bancos que ahora ofrecen cierta remuneración— no es suficiente si el objetivo es proteger su valor a largo plazo. La única forma de preservar (y aumentar) ese valor es invirtiendo de forma inteligente, teniendo en cuenta el perfil de riesgo y el horizonte temporal de cada persona.

Mujer sonriente con los brazos cruzados frente a una casa en miniatura y varias pilas de monedas con manos en el fondo
Montaje en el que aparece una imagen que simboliza ahorro y Natalia de Santiago | XCatalunya, Suwannar Kawila, redes

El reto de concienciar a largo plazo: inversión como herramienta, no como lujo

Uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan los divulgadores financieros como Natalia de Santiago es la resistencia psicológica al cambio. Muchos aún ven la inversión como una práctica reservada para quienes tienen grandes sumas o conocimientos especializados. Pero eso, según la experta, es un error. La inversión, en sus palabras, debe ser accesible, realista y constante.

El enfoque conservador del ahorrador medio español, centrado en productos sin riesgo, choca de frente con una realidad cada vez más innegable: si el dinero no genera rendimiento, se lo come el tiempo. No se trata de apostar por productos complejos, sino de entender que el coste de no hacer nada puede ser más alto que el de tomar decisiones informadas.

El mensaje es claro y directo: quien no se prepare para el efecto acumulado de la inflación, puede perder más de la mitad de sus ahorros. Y en una economía donde la longevidad se alarga y las pensiones públicas podrían no ser suficientes, tomar decisiones ahora es más urgente que nunca.