Hace pocos días, una cuenta de Twitter compartió un video en el que, tras escucharse claramente el "cloqueo" de una gallina, un cachorro alza la cabeza y emite un sonido sorprendentemente similar. No se trata de un ladrido normal, sino de un intento consciente de reproducirlo. El formato del clip—con reacción inmediata del cachorro—enganchó al público gracias a su espontaneidad y naturalidad.
¿Qué ocurre realmente? Respuesta instintiva y aprendizaje social
Desde un punto de vista etológico, los perros son capaces de modular sus vocalizaciones en función de sonidos del entorno. Esto está documentado en ciertos estudios de aprendizaje vocal en cachorros. Un animal que percibe un estímulo audible (como una gallina) puede intentar reproducirlo, sobre todo si es joven y curioso.
Además, si en el entorno hay gallinas como mascotas o en una granja hogareña, es común que se produzca este tipo de imitación. El cachorro no “confunde” ser una gallina, pero responde socialmente aprovechando ese sonido para integrarse al grupo.

Reacciones en redes sociales
En Puppies, un usuario publicó capturas del video con el título “Este perro es una gallina”, recibiendo comentarios ingeniosos.
Estas bromas reflejan cómo lo inesperado conecta con el humor de internet, pero también sugieren una lectura instintiva: los animales interactúan entre sí de maneras que sorprendemos a los humanos.
Por otra parte, en TikTok han circulado videos de perros y gallinas jugando o paseando juntos, como en uno donde se esconden mutuamente. En todos los casos se aprecia una coexistencia tranquila, sin agresividad, lo cual refuerza la idea de que este imitar gallina tiene origen en la curiosidad canina, más que en confusión animal.
No son imágenes inéditas
Este episodio no es aislado. Desde siempre, perros que conviven con gallinas muestran comportamientos vocales sincronizados. El aprendizaje por imitación es común: cachorros que enfrentan sonidos nuevos, experimentan replicarlos simplemente para explorarlos.
Cabe destacar que las gallinas, al emitir sonidos como cloqueos o “pio”, pueden influir vocalmente a su “grupo”: un perro joven siguiendo ese patrón vocal puede producir resultados inesperadamente parecidos.

Además, la ciencia del adiestramiento explica que estas imitaciones se fortalecen si son reforzadas—ya sea con risas humanas, atención o recompensas—algo que suele ocurrir cuando el video se viraliza.