En plena incertidumbre económica y con una recuperación aún incompleta para muchos trabajadores, se ha hecho público un nuevo anuncio que ha encendido las alarmas. Una de las mayores empresas del sector de atención al cliente ha comunicado su intención de aplicar un Expediente de Regulación de Empleo (ERO) que tendrá impacto en varios puntos del Estado.
Aunque aún no se ha hecho pública la cifra definitiva de personas afectadas, sí se ha confirmado que la medida afectará directamente a varias ciudades, entre ellas una de especial relevancia: Barcelona. La preocupación se extiende entre los empleados, que acusan a la empresa de generar “una terrible incertidumbre” en un momento delicado.
Según fuentes sindicales, la plantilla todavía no sabe con exactitud cuántos trabajadores serán despedidos, ni qué centros asumirán el mayor impacto. Lo que sí se sabe es que la empresa ha convocado a los sindicatos a una reunión el próximo 30 de mayo, donde se iniciará formalmente el periodo de consultas.

Empleados en vilo en toda España
El ERO afectará a personal asignado a campañas de dos empresas muy conocidas por el gran público: Verisure y Vodafone. Esto hace pensar que los recortes no se deben a una pérdida de clientes, sino más bien a una reestructuración interna, posiblemente relacionada con automatizaciones o nuevas estrategias de subcontratación.
Además de Barcelona, se han confirmado afectaciones en La Coruña, Jaén, Madrid, Ponferrada y Sevilla, lo que indica que no se trata de un ajuste puntual sino de una reconfiguración a gran escala. El anuncio ha tenido un fuerte eco mediático por la amplitud geográfica y por el peso específico del sector.

En concreto, en Barcelona trabajan actualmente más de 2.200 personas en esta empresa. Es una de las ciudades con mayor volumen de empleados en el sector de la atención telefónica y digital, por lo que cualquier movimiento tiene un impacto directo sobre cientos de familias.
La reacción sindical y la incertidumbre
Desde UGT han manifestado su preocupación por la manera en que se ha comunicado la medida. Denuncian que el anuncio se ha hecho sin aportar cifras claras y que los trabajadores siguen sin saber a qué atenerse. “No sabemos cuántos, no sabemos quiénes, no sabemos por qué ahora”, señalan desde el comité de empresa.
La situación ha generado un clima de tensión y malestar en los centros de trabajo. Muchos empleados temen por su futuro y critican que se recurra al ERO mientras se mantienen contratos con grandes multinacionales que, en teoría, deberían garantizar estabilidad.
Algunos representantes de los trabajadores ya han avanzado que exigirán toda la información necesaria antes del inicio del periodo de consultas. También han alertado que, si no hay claridad ni voluntad negociadora, no descartan movilizaciones ni protestas en las diferentes sedes afectadas.
El nombre detrás del ajuste masivo
Este nuevo expediente de regulación afecta a un sector ya muy castigado por la precariedad, la alta rotación y las condiciones laborales marcadas por la presión y los salarios bajos. La decisión puede suponer, en muchos casos, el paso del empleo estable a la incertidumbre o incluso al paro.
Y es que esta empresa no es un actor menor. Se trata de uno de los gigantes mundiales del sector de los 'contact centers', con presencia en decenas de países y cientos de miles de empleados en todo el mundo. Su modelo de negocio se basa en ofrecer atención telefónica, técnica y comercial a empresas de diversos sectores.
Lo más impactante del caso es el nombre que firma esta reestructuración: Teleperformance. Una multinacional que presume de innovación y responsabilidad social, pero que ahora deja en el aire el futuro de centenares de trabajadores en España, sin aún poner cifras claras sobre la mesa.