Una amistad tan inesperada como entrañable está conquistando redes. Un bulldog inglés y una cabra bebé han mostrado una conexión especial que trasciende su especie. ¿Qué pasa cuando un perro doméstico y una cabra exploran juntos el mundo?
Cómo empezó esta curiosa amistad
El origen del vínculo saltó a la vista en un vídeo publicado hace unas semanas por la cuenta PuppiesIlover. En las imágenes, el bulldog acompaña a la cabra en cada paso, imitando gestos y descansando a su lado. El lenguaje corporal canino – orejas relajadas, mirada atenta y postura tranquila – indica que el perro ha aceptado a la cabra como parte de su grupo social. El vídeo rápidamente se viralizó, superando decenas de miles de reproducciones.
Reacciones de las redes y expertos en comportamiento animal
En TikTok, otros usuarios compartieron experiencias similares, como las historias de cabras que actúan como perros y viceversa. Estos casos no son anecdóticos; reflejan la capacidad de algunas especies para formar vínculos insólitos cuando se crían juntas o comparten espacio durante sus primeros meses.

Los perros socializables pueden crear lazos fuertes con animales fuera de su especie cuando la curiosidad, la edad y el entorno favorecen la aclimatación. La cabra, por su parte, adopta comportamientos de “imitación infantil”, jugando y moviéndose igual que su compañero canino.
Detalles del encuentro y contexto de los animales
El bulldog es un perro de raza conocida por su carácter pausado y tolerante. Estas cualidades facilitan que se vincule con animales más pequeños sin considerarlos amenaza. La cabra, de apenas unas semanas de vida, se encuentra en una fase donde su adaptación social es clave. Al crecer junto al perro, ha encontrado en él un referente de juego y seguridad.
En los vídeos se aprecia que la cabra lo toca con su boquilla, lo sigue al gatear y se tumba junto al perro. Este tipo de interacciones refuerzan su vínculo emocional, algo muy normal entre crías de especies que comparten alimento o higiene desde temprana edad.
Claves sobre el comportamiento animal observado
En entornos de convivencia mixtos, la conducta canina puede prolongarse hacia especies distintas si se cumplen tres condiciones: convivencia temprana, espacio físico compartido y ausencia de agresividad. En este caso, las imágenes muestran un marco ideal: ambos animales crecen juntos, tienen zonas de descanso comunes y no hay estímulo de presa/persecución.
Por otro lado, la cabra repite patrones de conducta social con su “compañero” de manera tranquila, imitando su respiración y gestos posturales, lo cual sugiere un nivel de apego emocional. Animales como perros y cabras pueden romper barreras instintivas si las condiciones favorecen el respeto mutuo.