La economía española navega una fase de precios contenidos respecto a 2022, aunque el respiro no se nota igual en todos los bolsillos. La inflación interanual repuntó en julio hasta el 2,7%, según confirmó el INE, mientras la subyacente avanzó una décima hasta el 2,3%. La cesta de la compra acumula aún un encarecimiento notable frente a 2021, lo que estrecha el margen de ahorro de los hogares.
Precios en máximos y oferta menguante en plazas tensionadas como Barcelona
Barcelona marcó un nuevo máximo en julio, con 4.943 euros por metro cuadrado, tras un avance de doble dígito en el último año. El alquiler, por su parte, promedió 14,6 euros por metro cuadrado en España en julio, con una subida interanual del 10,9% que mantiene la presión sobre la emancipación. A la vez, el stock de vivienda en venta registró caídas históricas, con descensos interanuales cercanos al 20% en el segundo trimestre.
Tipos a la baja y Euríbor más amable: el debate sobre el “cuándo” comprar
El viento monetario sopla por fin a favor del comprador, tras dos años de endurecimiento financiero. El BCE recortó en junio los tres tipos oficiales y situó la facilidad de depósito en el 2%, nivel que mantuvo estable en la reunión de julio. El Euríbor a doce meses se mueve en agosto en torno al 2,13%, muy por debajo de los máximos del ciclo anterior, aliviando cuotas variables y mejorando ofertas fijas.

Qué dijo Bernardos y por qué su mensaje incendia el debate de la vivienda
En ese marco, Gonzalo Bernardos lanzó un mensaje directo que ha hecho ruido en el sector y las redes. Lo hizo en el pódcast “Inversión inteligente”, donde utilizó un ejemplo familiar para ilustrar su tesis sobre el timing de compra. Su consejo a su hija es comprar vivienda cuanto antes, porque si no lo hace ahora pagará bastante más en poco tiempo. El economista defiende que, con la oferta estrangulada y la demanda activa, los precios seguirán firmes a corto y medio plazo, aunque el ritmo pueda moderarse.
La otra cara de este discurso es la realidad juvenil, donde el acceso a la vivienda roza mínimos históricos. Solo el 15,2% de los menores de 30 años vive fuera del hogar familiar, según el Observatorio de Emancipación, con esfuerzos de alquiler que superan los umbrales recomendados.
¿Conviene comprar en 2025 si bajan los tipos, pero suben los precios?
La respuesta depende del mercado local, la financiación disponible y el horizonte de tenencia del comprador. Si el Euríbor estabiliza o reduce cuotas y los precios continúan escalando por falta de oferta, el coste de esperar puede resultar elevado.

En áreas con demanda sólida y parque limitado —Catalunya entre ellas—, los expertos prevén avances adicionales moderados este año. Quien compre para mantener a largo plazo puede protegerse mejor frente a la inflación, siempre que la hipoteca sea sostenible incluso con escenarios menos benignos.
Hipoteca fija o variable en 2025: cómo encajar el riesgo en tu presupuesto
Las fijas ofrecen certidumbre inmediata y aprovechan la competencia bancaria cuando los tipos oficiales se estabilizan o caen, aunque su TAE no siempre refleja toda la mejora. Las variables se benefician antes del descenso del Euríbor, pero exigen tolerar repuntes futuros si el ciclo cambiara inesperadamente. Una regla prudente es testear la cuota con un Euríbor algo más alto que el actual y verificar que el ratio esfuerzo se mantiene por debajo de umbrales de seguridad. La elección final debería considerar también comisiones, vinculación y costes totales de vida en el inmueble.
La prisa, sin embargo, nunca debe sustituir la diligencia debida en la compra, especialmente cuando “las viviendas buenas se venden solas” en mercados acelerados.