En el actual panorama económico, las empresas del sector alimentario enfrentan desafíos significativos debido a la fluctuación de los costos de producción y las cambiantes demandas del mercado. Este contexto ha llevado a compañías como Pastas Gallo a reestructurar sus operaciones para mantener su competitividad.
Reestructuración en la empresa: traslado de producción y ajustes laborales
Pastas Gallo, una de las principales productoras de pasta en España, ha decidido trasladar la producción de pasta seca desde su planta en Granollers (Barcelona) a la fábrica de El Carpio (Córdoba). Esta medida implica el cese de la producción de pasta seca en Granollers, afectando a aproximadamente 20 trabajadores. La empresa ha anunciado la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para los empleados afectados, ofreciéndoles la posibilidad de reubicación en la planta de Esparreguera.

¿Qué ha pasado?
Este movimiento se enmarca en una estrategia más amplia de especialización y optimización de recursos por parte de Pastas Gallo. Desde la adquisición de la compañía por el fondo de inversión Proa Capital en 2019, se han implementado diversas medidas para mejorar la eficiencia operativa. La planta de Granollers, que comenzó su actividad en 1968, ha sido objeto de reestructuraciones previas, incluyendo el traslado de parte de su producción a El Carpio en años anteriores.
Consecuencias para la plantilla
La decisión de trasladar la producción y presentar un ERE genera incertidumbre entre los empleados y podría tener repercusiones en el mercado laboral de Granollers. La oferta de reubicación en Esparreguera plantea desafíos logísticos y personales para los trabajadores afectados. Además, este tipo de reestructuraciones refleja una tendencia en el sector alimentario hacia la consolidación de operaciones en busca de mayor eficiencia, lo que puede influir en la dinámica laboral de otras empresas del sector.
¿Qué es un ERE?
Un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) es un procedimiento legal en España que permite a una empresa, bajo circunstancias específicas, llevar a cabo despidos colectivos, suspender contratos o reducir jornadas laborales. Estas acciones deben estar justificadas por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, y seguir un proceso establecido que garantice los derechos de los trabajadores.

Es importante distinguir entre un ERE y un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Mientras que el ERE puede resultar en la terminación permanente de contratos laborales, el ERTE es una medida temporal que permite a las empresas suspender contratos o reducir jornadas laborales por un período determinado, sin romper el vínculo laboral de forma definitiva.