Este miércoles al mediodía, numerosos ciudadanos de Catalunya se encontraron con una situación inquietante: los centros de atención primaria (CAP) no respondían al teléfono. Ni para pedir cita, ni para resolver dudas, ni siquiera para una urgencia. Un silencio anómalo, en un servicio esencial, que comenzó a levantar sospechas.
Los intentos repetidos de contactar con los centros sanitarios fueron inútiles. Para muchos usuarios, especialmente personas mayores o con problemas de movilidad, la vía telefónica es su único enlace directo con la atención médica. Las redes sociales y algunos medios locales empezaron a recoger quejas y mensajes de alerta: algo no iba bien.
Instrucciones de urgencia y mensajes de disculpa
Poco después del mediodía, el Departament de Salut emitió un comunicado oficial. Confirmó que parte de la red de atención primaria estaba incomunicada telefónicamente, tanto para emitir como para recibir llamadas. Se trataba de una incidencia intermitente, lo que agravaba aún más la confusión entre los usuarios.

Ante la situación, las autoridades sanitarias recomendaron llamar al 061 Salut Respon para cualquier duda de salud o consulta urgente. A través de sus canales oficiales, el Departament pidió disculpas por las molestias, e insistió en que se estaba trabajando para resolver la avería lo antes posible.
¿Cuántos centros estaban afectados?
Aunque no se detallaron públicamente todos los CAP implicados, fuentes internas confirmaron que el problema se extendía por diversas comarcas. La afectación era desigual, y eso generó aún más desconcierto: algunos usuarios lograban comunicarse puntualmente, mientras otros no recibían respuesta alguna durante horas.
Las agendas médicas, la gestión de citas y las comunicaciones internas también se vieron alteradas. Algunos profesionales sanitarios recurrieron a sus móviles personales o incluso al correo electrónico para mantener el contacto con pacientes.

La causa, revelada: un fallo del proveedor de telefonía
Lo más llamativo de esta incidencia no estaba en el colapso asistencial, sino en la razón que la provocó. No fue un ciberataque, ni una caída del sistema sanitario. La causa fue mucho más prosaica: una caída del proveedor de telefonía que da servicio aparte de la red de CAP en Catalunya.
Un fallo técnico externo, que escapaba al control de los sanitarios, dejó incomunicados a varios centros de salud en un momento especialmente delicado, cuando el acceso a la atención médica sigue siendo clave para miles de personas. Las autoridades no han especificado qué empresa fue la responsable, pero ya se ha abierto una investigación interna para esclarecer las causas y prevenir nuevos incidentes.
Este episodio recuerda hasta qué punto la tecnología es fundamental para la sanidad actual. Y cómo un error aparentemente menor puede tener un gran impacto sobre la población más vulnerable. Porque en salud, un teléfono que no suena… puede costar mucho más que una llamada perdida.