A partir del 1 de abril de 2025, el sistema de pensiones en España experimentará modificaciones significativas destinadas a mejorar la flexibilidad y sostenibilidad del retiro laboral. Estas reformas, fruto de un consenso entre el Gobierno, sindicatos y organizaciones empresariales, afectan principalmente a tres modalidades de jubilación: parcial, activa y demorada.
Contexto Económico y Demográfico
España enfrenta desafíos demográficos notables, como el envejecimiento de la población y la disminución de la tasa de natalidad. Estas tendencias ejercen presión sobre el sistema público de pensiones, aumentando la necesidad de reformas que garanticen su viabilidad a largo plazo. En este contexto, las nuevas medidas buscan incentivar la prolongación de la vida laboral y facilitar la transición gradual hacia la jubilación completa.

Cambios en la Jubilación Parcial
La jubilación parcial permite a los trabajadores reducir su jornada laboral mientras comienzan a percibir una parte de su pensión. A partir de abril de 2025, se implementan las siguientes modificaciones:
Anticipación de la Edad de Acceso. Se amplía el período de anticipación de dos a tres años, permitiendo que los trabajadores accedan a la jubilación parcial desde los 62 años, siempre que cumplan con los requisitos establecidos y se formalice un contrato de relevo.
Condiciones del Contrato de Relevo. El trabajador relevista deberá ser contratado de forma indefinida y a tiempo completo, y su contrato deberá mantenerse, como mínimo, dos años después de la jubilación parcial del trabajador sustituido.
Modificaciones en la Jubilación Activa
La jubilación activa permite compatibilizar el cobro de la pensión con la realización de una actividad laboral. Las novedades introducidas incluyen:
Eliminación del Requisito de Cotización Completa. Se suprime la necesidad de haber cotizado el 100% de la base reguladora para acceder a esta modalidad, facilitando que más pensionistas puedan beneficiarse de ella.
Incentivos Progresivos. Se establecen nuevas reglas que permiten cobrar un porcentaje mayor de la pensión cuanto más se retrase la jubilación, incentivando la prolongación de la vida laboral.
Incentivos para la Jubilación Demorada
La jubilación demorada, que consiste en retrasar voluntariamente el retiro más allá de la edad ordinaria, incorpora un nuevo incentivo:
Bonificación Semestral. A partir del segundo año de demora, se otorgará un incentivo adicional del 2% por cada seis meses adicionales de trabajo, en lugar de esperar a completar un año completo para recibir la bonificación.

Implicaciones Económicas y Sociales
Estas reformas buscan no solo garantizar la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones, sino también adaptarse a las nuevas realidades del mercado laboral y las preferencias de los trabajadores. Al fomentar la prolongación de la vida laboral y ofrecer mayor flexibilidad en la transición hacia la jubilación, se espera aliviar la presión sobre las arcas públicas y mejorar la calidad de vida de los pensionistas.
Es esencial que los trabajadores se informen adecuadamente sobre estas modificaciones y evalúen cómo pueden afectar sus planes de retiro. La planificación anticipada y el asesoramiento profesional serán clave para tomar decisiones óptimas en este nuevo marco normativo.