Un perro y un delfín juegan juntos con una pelota azul en el agua.

La bonita amistad entre un Border Collie y dos delfines

Un Border Collie juega con delfines en la costa y muestra vínculo inter-especies

En plena costa, un vídeo se ha viralizado. Un Border Collie se lanza al agua para jugar con dos delfines. Este encuentro sorprendente no es algo habitual, pero sí refleja comportamientos curiosos y sociales entre especies marinas y domésticas.

Un juego que rompe barreras

En el vídeo compartido por la cuenta @PuppiesIover, se ve al perro con una pelota azul. El perrito  corre por el agua, agitándola para atraer la atención de los delfines que se acercan juguetones. Cada vez que el canino se mueve o lanza el balón, los delfines responden con chapoteos y giros, como si entendieran la invitación al juego.

Se muestran alegres y divertidos al largo del vídeo y, aunque la escena solo dure unos segundos, resulta muy reveladora por lo que respecta a las capacidades sociales de ambas especies, marinas y terrestres.

Un perro corre y salta en un jardín inundado junto a una piscina en un patio trasero rodeado de vegetación y un muro de ladrillos.
Perro nadando | Twitter, XCatalunya

¿Qué nos dice la ciencia animal?

Los Border Collie son conocidos por su inteligencia y curiosidad. Además, los delfines destacan por su sociabilidad y juego en grupo. En X, un usuario comenta: “That's such a heartwarming story! It's amazing how animals can form such unique bonds” (¡Esta es una historia alentadora! Es increïble cómo los animales pueden formar lazos tan bonitos). Y es que el juego inter-especies no implica amistad como la humana, pero sí demuestra conexiones reales más allá del lenguaje.

Antecedentes de encuentros caninos-marinos

Este tipo de interacciones no es completamente nuevo. En Escocia, un Border Collie llamado Spud acompaña en barco a turistas para avistar delfines, y muchas veces detecta a los cetáceos antes que la tripulación. Lo que destaca en el caso actual es la reciprocidad activa. Los delfines no solo observan al perro, sino que participan, nadando alrededor y siguiendo su ritmo de juego.

La publicación ha sido celebrada por su ternura. En Facebook, un usuario recordó un momento similar que vivió: un perro y un delfín jugando bola al atardecer durante 30 minutos, describiéndolo como “mágico”.
Este tipo de interacción podría basarse en señales de juego universales, como el lanzamiento repetido de objetos y la imitación de movimientos acuáticos.

Riesgos potenciales

En general, los delfines son criaturas juguetonas y suelen mostrarse curiosos, no agresivos. Sin embargo, la presencia de gente, cámaras y mascotas en el agua conlleva puede alterarlos y hacer variar su comportamiento.

Del mismo modo, puede alterar al perrito en cuestión. Por lo tanto, conviene asegurarse de que los animales no sufran estrés y respetar las normas de fauna silvestre locales. Este encuentro entre perro y delfines recuerda que, a través del juego, pueden florecer conexiones inesperadas en la naturaleza.