El Estado español entra en el verano de 2025 con una economía donde la inflación se modera en torno al 3 %. A pesar de ello, los costes asociados a la época estival —como la energía y los viajes— empiezan a presionar el presupuesto de los hogares. En este escenario, el adelanto de la paga extra para los pensionistas no solo se interpreta como una asistencia económica señalada, sino también como una estrategia financiera oportuna.
Curiosamente, esta práctica se remonta a los primeros meses de la pandemia de COVID‑19, cuando las entidades adelantaron los desembolsos para evitar desplazamientos de personas vulnerables y, tras el éxito de aquella medida, la mantuvieron como parte de su compromiso social.
El diseño del sistema de pensiones español, compuesto por 14 pagas —12 mensuales más dos extras en junio y noviembre—, convierte al 6º mes del año en un momento decisivo para millones de jubilados. Por ello, conocer las fechas en las que los principales bancos ingresan esta remuneración resulta fundamental para organizar finanzas e imprevistos propios del verano.

¿Cuándo llega la paga extra de verano de 2025?
Según ha confirmado la Seguridad Social, la difusión de los fondos correspondientes al mes de junio, junto con la paga extraordinaria, se realiza oficialmente entre el 1 y el 4 de julio. Sin embargo, la mayoría de las entidades bancarias optan por transferir los fondos en la última semana de junio, aprovechando los recursos anticipados que reciben vía Tesorería General de la Seguridad Social.
Este año, esa transferencia suele tener lugar entre el 21 y el 25 de junio. Por ejemplo, Bankinter será la primera entidad en ingresar el importe el lunes 23 de junio, mientras que EVO Banco también anticipará el pago al mismo día.
Al día siguiente, martes 24 de junio, CaixaBank, Banco Santander y Unicaja harán lo propio. Finalmente, el miércoles 25 de junio, será el turno de BBVA, ING, Abanca, Sabadell e Ibercaja.

Estas fechas, que difieren ligeramente dependiendo del calendario interno o festivos, convergen en un consenso general: casi nadie espera más allá del miércoles 25 de junio para tener disponible en cuenta la paga extra.
La cuantía y sus condicionantes
La paga extraordinaria de verano equivaldrá exactamente a una mensualidad ordinaria. Esto significa que un pensionista con derecho a recibir mensualmente 1.481 € netos recibirá cerca de 2.963 € en junio. Este año, además, la cifra se ve reforzada por la revalorización de las pensiones aplicada desde enero: un aumento del 2,8 % para las contributivas, del 6 % para las pensiones mínimas y del 9 % para las no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital.
Es necesario recordar que quienes no hayan cotizado durante todo el periodo de devengo —del 1 de diciembre de 2024 al 31 de mayo de 2025— recibirán únicamente la parte proporcional correspondiente, tal como dispone la norma vigente. Asimismo, los pensionistas con prestaciones derivadas de accidente laboral o enfermedad profesional no reciben la paga extra como tal, sino que esta se prorratea en las 12 pagas mensuales.

¿Qué implicaciones tiene este adelanto?
Desde una óptica financiera, el adelanto de la paga extraordinaria ofrece un margen adicional de maniobra para los pensionistas, quienes pueden organizar gastos de suministros, viajes o necesidades imprevistas con unos días de antelación. Este movimiento de calendario también demuestra la flexibilidad operativa de las entidades bancarias, que utilizan el adelanto como elemento diferenciador y respuesta a un compromiso social.
Sin embargo, surgen algunas recomendaciones prácticas: si el jubilado no recibe la transferencia en los días señalados, lo aconsejable es contactar de inmediato con el banco. En caso de no existir error por parte de la entidad, el siguiente paso es presentar una reclamación ante la Tesorería General de la Seguridad Social.