El panorama económico español presenta síntomas de estabilización tras una etapa de moderación inflacionista. Aunque el consumo se mantiene contenido, la competencia en el sector bancario por captar clientes particulares y autónomos se intensifica.
En este escenario, los bancos tradicionales aceleran sus estrategias promocionales. Un claro ejemplo es el relanzamiento del Plan Amigo de Santander, que rescata la antigua mecánica de recomendación con incentivos mejorados, y que se enmarca en la lucha por sumarse a la digitalización de la banca sin perder cuota de mercado.
Historias sobre usuarios que han logrado un ingreso extra sin esfuerzo, compartiendo sus experiencias en redes sociales, contribuyen al interés de esta opción. Asimismo, plataformas similares, como la de Sabadell o BBVA, han tomado caminos parecidos, aunque pocos con una propuesta tan contundente como la de 800 €, lo que amplifica la atención tanto de clientes como de observadores del sector en España.

Mejora real del incentivo: una retribución más atractiva
Santander ha reactivado su Plan Amigo, vigente hasta el 31 de julio de 2025, y ha ampliado su incentivo de 500 € a un máximo total de 800 €. Por cada cuenta nueva abierta con un código de cliente existente, el recomendante recibe 80 €, con un límite máximo de diez personas citadas.
El proceso es sencillo: desde la app o vía online se genera un código personalizado. Cada nuevo cliente que lo utilice, abra una cuenta en Santander y domicilie su nómina o ingresos, activa la bonificación. Cabe destacar que las bases legales no incluyen condiciones duras: basta con abrir una cuenta Online o similar entre el 1 de junio y el 31 de julio de 2025.
Aunque el bruto de 80 € se ve reducido por retención fiscal (19 % IRPF), el neto ronda los 64,80 € por cada alta, lo cual puede generar hasta unos 648 € tras impuestos si se completan las diez altas. Es relevante que la entrega del pago queda sujeta a la verificación del cumplimiento de los requisitos por parte del nuevo usuario y puede demorarse.

Estrategia de crecimiento sostenible en el negocio minorista
Con cerca de 15 millones de clientes en España —9 millones activos—, Santander apunta a consolidar y expandir su presencia en el segmento particular, autónomos y pymes. Aunque este grupo ya representa su fortaleza, mantener el dinamismo en la captación es esencial frente a alternativas digitales que ganan terreno.
El posicionamiento competitivo se refuerza con este tipo de campañas. Al ser más atractivas las recompensas en efectivo que los tradicionales regalos físicos (vajillas, utensilios), Santander busca generar un impacto inmediato. Además, se posiciona como banco moderno y generoso, capaz de fidelizar y atraer clientes sin exigir grandes requisitos.
Consideraciones antes de participar
Antes de compartir tu código, conviene evaluar algunos aspectos:

Retención fiscal: el incentivo bruto se grava con la retención legal, lo que reduce el ingreso real.
Plazos de pago: el banco procesa la bonificación una vez verificado que el nuevo cliente cumple condiciones, como la domiciliación de nómina y recibos.
Límite de participantes: solo los primeros diez nuevos clientes activan la recompensa máxima.
Duración de la campaña: la oferta expira el 31 de julio de 2025. Tras esa fecha, no habrá más bonificaciones por altas con código existente.
Los usuarios se preguntan si vale la pena el esfuerzo
Desde una óptica económica, el Plan Amigo mejorado ofrece un incentivo significativo para clientes actuales: hasta 648 € netos por recomendar a diez nuevos usuarios, sin necesidad de contratar productos adicionales ni asumir riesgos.
Esta estrategia también favorece al banco en su objetivo de incrementar la base de clientes activos en plena transición hacia una banca digitalizada. No obstante, es fundamental informarse sobre el proceso, la fiscalidad y tiempos de liquidación. Aquellos que planeen la difusión del código de forma efectiva —por ejemplo, a través de círculos familiares o profesionales— pueden convertirlo en una fuente de ingresos extra sencilla y rápida.