El aeropuerto internacional O’Hare, en Chicago, es uno de los centros neurálgicos de la aviación estadounidense. En plena temporada alta de viajes, cualquier ajuste en sus operaciones tiene repercusión nacional. Este agosto, American Airlines ha tomado una decisión que ha generado tanto inquietud como curiosidad entre viajeros y analistas del sector.
Durante las últimas semanas, la aerolínea ha confirmado la cancelación de más de 70 vuelos semanales. Esto equivale a unos 800 vuelos y alrededor de 76,000 asientos menos en circulación a lo largo del mes. El recorte se concentra especialmente en rutas que parten desde O’Hare, afectando tanto a vuelos domésticos como a ciertos destinos internacionales.

Las razones de esta reducción son diversas. Por un lado, hay una disputa legal por el uso de puertas de embarque en el aeropuerto. Esto ha limitado parte de la capacidad operativa de la compañía.
También influye la presión económica por el aumento de costos. Además, la aerolínea ha tenido que ajustar rutas debido a una demanda de pasajeros que empieza a mostrar señales de enfriamiento en algunos trayectos.
American Airlines mejor respecto al 2024
Sin embargo, la noticia no es tan negativa como podría parecer a primera vista. La compañía ha señalado que, pese a estos recortes, operará un 16,5 % más de vuelos semanales desde O’Hare en agosto de 2025 en comparación con el mismo mes de 2024. Esto se debe a que, aunque algunas rutas específicas han sido suspendidas o reducidas, otras han recibido un refuerzo en frecuencia. La estrategia se enfoca en priorizar conexiones de alta demanda y mayor rentabilidad.

Expertos en transporte aéreo interpretan esta medida como un ajuste táctico. “No es un simple recorte, es una reestructuración de la oferta para optimizar ingresos”, comenta un analista de la industria. Para mantener su competitividad, American Airlines debe enfrentar un entorno complicado.
Los precios del combustible siguen siendo inestables. Además, la competencia de aerolíneas de bajo costo es fuerte y los hábitos de viaje han cambiado después de la pandemia.
American Airlines se refuerza
Para los frecuentes de O’Hare, el impacto real dependerá de su ruta habitual. Mientras algunos destinos verán menos opciones para volar, otros contarán con horarios más flexibles o mayores probabilidades de conseguir tarifas competitivas. La compañía también ha reforzado canales digitales para que los viajeros afectados puedan reprogramar sus itinerarios sin penalización en la mayoría de los casos.
En agosto, Chicago recibe gran afluencia de turistas y viajeros de negocios. La medida de American Airlines busca un equilibrio delicado: reducir operaciones donde la rentabilidad es baja y reforzar su presencia global para seguir creciendo frente a sus rivales.
La disputa por las puertas de embarque aún no tiene solución. Además, el mercado aéreo cambia semana a semana. Por eso, este mes será una prueba de fuego para la estrategia de la aerolínea en uno de sus hubs más importantes.