El panorama económico en España sigue ajustándose tras varios años de cambios en materia de empleo y poder adquisitivo. Los vaivenes inflacionarios y las políticas monetarias de los últimos meses han llevado al Gobierno a tomar medidas que garanticen el mantenimiento de la calidad de vida de colectivos más vulnerables, como es el caso de los pensionistas. Con la mirada puesta en 2025, buena parte de los esfuerzos se centran en lograr que las personas mayores dispongan de rentas suficientes para afrontar los incrementos de precios que, aunque moderados, continúan presentes.
Este contexto económico de ligera recuperación y ajustes en la Seguridad Social viene acompañado de nuevas pautas en los criterios para declarar o no el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Así, en un esfuerzo por ayudar a las rentas más bajas, el Gobierno ha confirmado los mínimos exentos de este impuesto, una noticia que beneficia a un amplio espectro de pensionistas en el país.
La subida de las pensiones para 2025
La primera gran novedad para los más de 9,3 millones de pensionistas es la subida de las pensiones en un 2,85% a partir del 1 de enero de 2025. Aunque la publicación oficial en el Boletín Oficial del Estado (BOE) se espera para mediados de diciembre, la estimación prácticamente confirmada se basa en la evolución del Índice de Precios de Consumo (IPC) entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024.
Este incremento responde al artículo 58 de la Ley General de la Seguridad Social, que establece que las pensiones contributivas deben actualizarse siguiendo la inflación interanual para no deteriorar el poder adquisitivo de los mayores. Con este ajuste, la pensión media podría aumentar hasta 600 euros anuales, según el tramo de renta y el tipo de pensión (jubilación, viudedad, orfandad, incapacidad permanente o en favor de familiares).
Otras mejoras en materia de pensiones
Pensión mínima y máxima. También se contempla un incremento de la pensión mínima y de la máxima. En la mayoría de los casos, su subida irá alineada con la evolución del IPC, aunque la pensión máxima podría elevarse algo más.
Pensiones no contributivas. Se mantiene el plan de escalada de estas prestaciones hasta 2027, con subidas anuales que, de confirmarse, rondarán el 5,5% para 2025. Esto situaría la pensión no contributiva en torno a los 542 euros al mes.
¿Quiénes estarán exentos de pagar IRPF en 2025?
A pesar de que todo pensionista está obligado en principio a contribuir con el IRPF, de la misma forma que cualquier trabajador por cuenta ajena o autónomo, existen tramos de renta por debajo de los cuales no es necesario presentar la declaración de la renta. En el caso concreto de 2025, se han confirmado dos escenarios principales:
Pensionistas con menos de 15.876 euros anuales y dos pagadores
Si un pensionista ingresa al año menos de 15.876 euros provenientes de dos pagadores (donde uno de ellos supere los 1.500 euros anuales), no tendrá la obligación de declarar. Esta medida está en consonancia con las variaciones del Salario Mínimo Interprofesional y beneficiará a un importante número de personas mayores con bajos ingresos.
Pensionistas con un solo pagador y salarios inferiores a 22.000 euros anuales
Para quienes perciban la pensión de un único pagador y no alcancen los 22.000 euros anuales, la ley también exime de la obligación de declarar. Esta medida se ha planteado con el objetivo de evitar trámites innecesarios y aliviar cargas impositivas a quienes cuentan con menos recursos económicos.
Según estimaciones gubernamentales, los cambios en estos mínimos exentos podrían beneficiar a más de 5,2 millones de contribuyentes, con un ahorro colectivo de unos 1.385 millones de euros, tal y como señaló la Ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Casos especiales y otras exenciones contempladas
La legislación española, concretamente el Real Decreto Ley 2/2024 y la Ley 35/2006, contempla exenciones adicionales que afectan a grupos concretos:
Pensión de incapacidad permanente absoluta o Gran Invalidez. Estas prestaciones quedan directamente exentas del IRPF, al igual que aquellas concedidas en favor de familiares con incapacidad absoluta de su titular.
Prestaciones públicas por terrorismo y medallas concedidas por actos de terrorismo. Estas pensiones están exentas de tributación debido a su carácter extraordinario.
Pensiones reconocidas a víctimas de la Guerra Civil española (1936-1939). Se contempla la exención tanto si provienen del régimen de clases pasivas como de normativa específica posterior.
Indemnizaciones por responsabilidad civil. El importe legal o judicialmente reconocido por daños personales no tributa.
Premios culturales y académicos. Determinados galardones relevantes en ámbitos literarios, artísticos o científicos cuentan con exenciones fiscales, como los Premios Príncipe de Asturias.
Un alivio fiscal en tiempos de cambios
Para muchos pensionistas, estos ajustes suponen un notable respiro en medio de un entorno económico inestable. Por un lado, la subida de las pensiones, aunque moderada, contribuye a mitigar el impacto de la inflación y a sostener la economía familiar. Por otro, el hecho de que se incremente el mínimo exento de IRPF evita a miles de jubilados la obligación de tributar, una noticia especialmente positiva para quienes se mueven en el margen más bajo de ingresos.
De cara a 2025, el gran reto será equilibrar las necesidades de financiación de la Seguridad Social con la protección del poder adquisitivo de los mayores. La esperanza es que esta actualización de las pensiones y los tramos de IRPF, junto a futuras políticas de empleo y recaudación, consoliden un sistema de pensiones sostenible y adaptable a los cambios demográficos. De momento, la buena noticia es clara: si eres pensionista y ganas menos de 15.876 euros al año, podrás ahorrarte el pago del IRPF, aliviando tu carga económica y mejorando tu bienestar personal.