El siempre mediático Gerard Piqué vuelve a centrar la atención de la prensa internacional a raíz de su nuevo movimiento familiar. Desde que el exfutbolista y la cantante Shakira anunciaran oficialmente su separación en junio de 2022, las especulaciones sobre la custodia de sus hijos y la gestión de sus vidas paralelas no han dejado de acaparar titulares. Y ahora, con el inicio de la gira mundial de la artista colombiana, surgen novedades en la dinámica que ambos mantienen para garantizar el bienestar de Milan y Sasha.
Una decisión basada en el acuerdo de separación
De acuerdo con la información revelada por las periodistas Lorena Vázquez y Laura Fa en el programa Col·lapse, de TV3, el convenio al que llegaron Shakira y Piqué tras su separación estipula que el exjugador del FC Barcelona debe pasar cerca de 10 días al mes en la ciudad de Miami. Ese era el plazo pactado para equilibrar la presencia paterna y materna, después de que la cantante se mudara con los niños a Florida. Sin embargo, la circunstancia especial que se presenta a partir de febrero —con la nueva gira internacional de Shakira— obliga al catalán a tomar medidas adicionales.
Por lo tanto, más que una “mudanza definitiva”, lo que ocurre es un traslado temporal de Gerard Piqué a Miami, cuyas fechas coincidirán con la actividad profesional de Shakira en diversos países. La gira en cuestión se llama “Las mujeres ya no lloran World Tour” y supone la séptima experiencia musical de gran escala para la intérprete. Hasta el momento, se han confirmado fechas en diferentes naciones de América, pero no hay anuncios oficiales sobre presentaciones en territorio europeo.
El calendario de Shakira y la necesidad de un plan alternativo
El arranque de la gira complica la logística de la artista para cuidar personalmente de sus hijos en los traslados. Milan y Sasha ya no son tan pequeños como para acompañar fácilmente a su madre a lo largo y ancho del globo, siguiendo un apretado calendario de conciertos y compromisos. Por ello, el acuerdo alcanzado sugiere que Piqué se establezca estos meses en Miami para ocuparse de los niños cuando la cantante tenga que ausentarse durante prolongadas jornadas o cuando visite distintas ciudades de América.
De esa forma, la estabilidad de los menores no se verá comprometida, ni tampoco se modificará en exceso la rutina que han seguido desde que residen en Estados Unidos.
Que Piqué decida vivir en Miami no obedece a un deseo personal de asentarse definitivamente en Estados Unidos, según matizan las mismas fuentes. Es un movimiento temporal, estrictamente orientado a la conciliación familiar. Por su parte, Shakira podrá volcarse en la promoción y en la ejecución de su tour, mientras sabe que los niños están con su padre, en su entorno habitual de la ciudad de Florida. Una logística que, sin lugar a dudas, demandará complicidad y respeto mutuo para cumplir con los plazos pactados.
Para el exdefensa, esta reubicación no supone un obstáculo en el contexto profesional actual, en el que su proyecto más emblemático, la Kings League, continúa funcionando sin que se requiera su presencia física a tiempo completo en España. Además, como detalla la prensa internacional, Piqué estaría valorando esta estancia como una oportunidad para expandir los contactos de su liga de entretenimiento en el ámbito estadounidense, un mercado codiciado para los deportes y el marketing deportivo.