Nunca es tarde para aprender a ir en bici o aprender a conducir. Nunca es tarde para aprender a pintar o algún oficio. Asimismo tampoco es tarde para aprender a leer y a escribir. Es un poco raro, pero no es tarde. Pues bien, un representante de la 'Marca España' ha aprendido a hacerlo a sus 89 años. No quiere morir sin antes tener estas aptitudes.
Estamos hablando de un torero. Durante su vida, se ha dedicado a maltratar hasta la muerte animales y no ha tenido tiempo para hacerlo. Está claro que no se leía sus contratos. Ya se lo leerían sus ayudantes, con los que mantendría una estrecha confianza. Estamos hablando de Manuel Benítez, más conocido como 'El Cordobés'.
Así lo explica la revista 'Semana' en portada. 'El Cordobés' lo dice sin ningún tipo de problema. No se avergüenza de ello. El torero ha explicado que "tengo que aprender, saber expresarme. Aún desconozco mucho y quiero mejorar” y ha añadido que se ha animado a contratar a una profesora para “poder leer y escribir bien”.
Vida y carrera de Manuel Benítez, el Cordobés
Manuel Benítez Pérez, conocido como "El Cordobés", es una de las figuras más emblemáticas de la tauromaquia española del siglo XX. Nacido el 4 de mayo de 1936 en Palma del Río (Córdoba), su vida es un ejemplo de superación, pasando de una infancia marcada por la pobreza y la orfandad a convertirse en un ícono cultural y social de los años sesenta.
Su carrera taurina comenzó de manera poco convencional: el 28 de abril de 1957, se lanzó como espontáneo al ruedo de Las Ventas en Madrid, recibiendo una paliza del toro y siendo arrestado. Este acto audaz marcó el inicio de su camino en el mundo del toreo. Vistió por primera vez el traje de luces el 15 de agosto de 1957 en Roa de Duero (Burgos). El 25 de mayo de 1963, tomó la alternativa en Córdoba, apadrinado por Antonio Bienvenida, y rápidamente se convirtió en una figura destacada del toreo.

Tras su retiro en 1971, El Cordobés regresó a los ruedos en varias ocasiones: entre 1979 y 1981, en 1995 y 1996, y finalmente en 2000. El Cordobés lideró el escalafón taurino en 1965, 1967, 1970 y 1971. En 2002, fue proclamado quinto Califa del Toreo por el Ayuntamiento de Córdoba, uniéndose a figuras legendarias como Lagartijo, Guerrita, Machaquito y Manolete. En marzo de 2025, recibió el Premio Costillares de la Junta de Andalucía.