La figura de la princesa Diana vuelve a brillar en los titulares, y esta vez su reflejo no trae felicidad al príncipe Harry. A raíz del reciente aniversario del nacimiento de Lady Di y la remisión de un documental en Channel 4, Harry se encuentra frente a un dolor que creía domado.
En un ejercicio tan crudo como inesperado, estas imágenes han reabierto una herida emocional que permanece latente.
El documental en Channel 4
Hace apenas una semana, Channel 4 retransmitió un documental de 2007 con imágenes sensibles relacionadas con el accidente que costó la vida a Lady Di. Aunque se presentaron difuminadas y con la intención de proteger la dignidad de Diana, el contenido despertó fuertes reacciones en Harry. Tenía 22 años cuando vio por primera vez esas imágenes. La crudeza de la escena le sacudió profundamente y aún hoy, 18 años después, el sufrimiento permanece intacto.

Su hermano Guillermo intentó detener la emisión en su momento, sabiendo que aquello reabriría viejos traumas, pero la cadena siguió adelante. Han pasado años, pero el eco de ese “símbolo de invasión a la privacidad” sigue resonando.
La respuesta del príncipe Harry
Según fuentes cercanas, Harry se muestra especialmente “tocado y casi hundido” emocionalmente. Es consciente de estar otra vez bajo el foco de la prensa y teme que esa exposición convierta su tristeza en un espectáculo público.
Estratégicamente, mantiene la compostura en esta fase delicada. El silencio como herramienta de protección. Recurre al equipo oficial de comunicación para gestionar el impacto, recordándonos la relevancia de su silencio en situaciones de crisis.

Historia de un duelo intermitente
La relación entre Harry y Diana siempre fue intensa. Murió cuando él solo tenía 12 años y el escenario del funeral marcó un antes y un después en su vida. En memorias y entrevistas, ha confesado que sintió que su infancia fue robada en aquel momento. Desde entonces, muchos episodios –como acusaciones de pinchazo telefónico o el famoso “Squidgygate”– han alimentado su desconfianza hacia los medios.
Harry defendió a su madre públicamente como una víctima de la prensa, comparando su experiencia con la de Meghan y describiendo la persecución mediática como “casi catastrófica”.
Cómo repercute en su círculo cercano
Aunque Harry ha bajado el tono público, su entorno destaca su trabajo detrás de cámaras. Su esposa Meghan y su madre Doria Ragland serían actores clave en brindarle apoyo emocional. Doria es descrita como una “roca” que acompaña y refuerza a la familia en estos momentos.

El entorno cercano subraya el valor de su silencio como estrategia emocional. Protegerse sin alimentar el morbo periodístico.
Este nuevo episodio no solo remueve el pasado de Harry, sino que también reaviva el debate sobre la responsabilidad ética de los medios al tratar imágenes delicadas. Mientras tanto, su posición es tangible. Marcado por el dolor, pero decidido a que su vulnerabilidad no se convierta en mercancía mediática.