Maria Nicolau es una de las cocineras con más tendencia de la actualidad. También autora de los libros "¡Quemo!" y "Cocina o barbarie". Su forma de promocionar el arte culinario y sus comentarios sin tregua, ahora también vienen acompañados de un dietario de lo más sabroso.
Para una cocinera que empezó a elaborar recetas a los 14 años, las anécdotas que acumula son especialmente numerosas y de todo tipo. Fiel a su estilo controvertido, ha aprovechado las posibilidades de este recién creado dietario, para compartir un suceso cuando menos curioso.
Los cocineros y sus personalizados estilos suelen chocar frontalmente con propuestas tan convencionales pero a su vez tan socialmente recurrentes, como las pizzas. Y es precisamente en una pizzería donde encontramos la génesis del hecho en cuestión. Maria Nicolau quedó para comer y compartir unas pizzas con un amigo de la infancia que suele devorar las pizzas, ingiriendo tres pizzas medianas por cena.
Pizzas, ¿con o sin anchoa?
El caso es que para el emblema del denominado "nuevo lenguaje del activismo gastronómico" que es Maria Nicolau, no suele terminarse las pizzas y se terminó su Napolitana ya durante la cena en su casa. Sin embargo, la noticia no está ni en la forma de comer pizzas sin apenas enterarse de su amigo, ni el hecho de que Maria se haya terminado su pizza por capítulos. Lo verdaderamente remarcable es lo que le sucedió a la joven cocinera poco antes de terminar su degustación. La protagonista no fue otra que una espina de anchoa:
"Una de las espinas de las anchoas baratas y escuetas que se ponen en este tipo de pizzas, aquellas que al pasar por el horno quedan saladas, granulosas y secas como un clavo oxidado, se me ha clavado en el labio. Ha quedado insertada toda ella, a lo largo, debajo de la epidermis, como una aguja de coser cuando se guarda calada en una bobina de hilo. Para sacarla he tenido que desgarrarme la piel con los dientes y hacerme sangre. Quien podía imaginar que algo así pudiera ocurrir".
El caso de Maria Nicolau parece advertir acerca del peligro de las pizzas con anchoas, por otro lado, uno de los ingredientes más solicitados por sus devotos consumidores. Sin embargo, la transparencia y la visceralidad de la peculiar cocinera de La Garriga, también sirven para lanzar un llamamiento social que siempre puede servir de ayuda.
La pizza ocupa el primer lugar como el plato más consumido del mundo, bastante por encima de la hamburguesa. Maria Nicolau también ha reconocido formar parte de ese colectivo mayoritario de consumidores de pizzas alrededor de todo el planeta, aunque con su percance advierta del posible contratiempo que pueden provocar las anchoas.