Cuando el termómetro aprieta, las cocinas vuelven a los básicos que refrescan y alegran cualquier mesa. En ese terreno, pocas figuras generan tanta expectación como Jordi Roca, que ha convertido sus vídeos domésticos en pequeñas escenas de culto gastronómico. En su última entrega de Cosas de casa, el pastelero de El Celler de Can Roca reaparece con humor, ritmo y un plato pensado para vencer la canícula. El vídeo ha corrido por redes y ha provocado esa mezcla de antojo inmediato y curiosidad por una técnica sencilla y resultona.
El vídeo que encendió el antojo veraniego
Roca presenta la preparación como una receta “fresquita, salada y sabrosona”, con su estilo juguetón y directo, y sin solemnidades innecesarias. La pieza, publicada en Instagram, sitúa el foco en una sopa fría con base de melón que se remata con jamón, reforzando una pareja clásica en clave actual. La publicación ha multiplicado comentarios y guardados, consolidando esa línea de recetas caseras que el chef comparte con una comunidad gigantesca.
Melón congelado que “huele a huerto”
El corazón de la propuesta es un gazpacho de melón que combina fruta madura con pepino, pimiento verde y un toque de pan. La clave pasa por congelar parte del melón y rallarlo muy fino para crear una base helada que contrasta con el gazpacho. Se emplata con virutas de jamón y un hilo de aceite, logrando textura, y un final que, en palabras de Roca, “huele a huerto”.
Las instrucciones difundidas detallan el corte del melón y su paso por el congelador a temperatura de congelación doméstica. También el triturado con verduras frescas y pan del día anterior. El montaje final coloca el melón rallado como base, encima el jamón muy picado y, por último, el gazpacho, con un toque de aceite para redondear el conjunto. Esta secuencia, replicable en casa sin instrumentos profesionales, explica el éxito del vídeo y su rápida expansión veraniega.
Alta cocina en casa
El formato “a ojo” ha convertido esta serie en un motor de conversación culinaria y en una vía de entrada a recetas frescas y cercanas. En los últimos meses, su alcance en redes se ha disparado, hasta sumar más de un millón de seguidores. La relevancia del fenómeno reside en su capacidad para bajar la alta cocina al terreno doméstico, sin perder chispa ni criterio técnico. Todo ello explica por qué este gazpacho de melón se ha instalado ya en el vocabulario del verano.