Carles Porta es una de las voces más reconocidas de la televisión y la radio catalanas. Su famosa frase “intentarem posar llum a la foscor” ha calado en la audiencia gracias a su impecable labor en programas como Crims y documentales sobre casos que han sacudido Catalunya.
Sin embargo, esta vez, el periodista no ha sido noticia por un nuevo relato de crónica negra, sino por algo mucho más familiar y emotivo: el éxito internacional de sus sobrinas. Con una carrera profesional impecable y una influencia destacada en el ámbito cultural y mediático de Catalunya, Carles Porta ha sabido siempre separar su faceta pública de su vida privada.
Pero en las últimas horas, ha hecho una excepción que ha emocionado a cientos de seguidores: presumir de familia, y con razón. El periodista ha compartido en redes sociales una imagen con la que celebraba el campeonato del mundo de hockey sobre patines logrado por el club de su pueblo natal, un triunfo que es también muy personal.

Una pasión que viene de pueblo
Porta nació en Vila-Sana, un pequeño municipio del Pla d’Urgell que, pese a su tamaño, alberga una gran tradición deportiva, especialmente en el hockey. Allí se encuentra el CP Vila-sana Coop. d’Ivars, uno de los clubes más competitivos de la disciplina, y que cuenta con un grupo de fieles seguidores conocidos como Utxa’s.
Este club ha logrado una gesta histórica al proclamarse campeón del mundo de clubes en el torneo disputado en Argentina, tras vencer por 3-5 al CP Esneca Fraga. Una hazaña deportiva que ha generado una ola de orgullo en el municipio y, especialmente, en la familia Porta.

El motivo es doble: dos de las protagonistas de esta victoria mundial son Maria y Victòria Porta, sobrinas de Carles, jugadoras clave en el equipo. Pero eso no es todo.
Una historia de talento, familia y esfuerzo
El periodista, visiblemente emocionado, compartió una fotografía en su cuenta de Instagram donde aparecían sus dos sobrinas, su primo Jordi Graset y su hermano Ramon Porta, quien, para sorpresa de muchos, es nada menos que el presidente del club CP Vila-Sana. La imagen, acompañada del mensaje “Campeonas del mundo.
Las chicas del hockey Vila Sana, mis sobrinas Maria y Victòria, mi primo Jordi Graset y mi hermano Ramon han ganado el campeonato del mundo de clubs en Argentina. Éxito excepcional, de una trayectoria excepcional”, rápidamente se viralizó. Porta no se quedó ahí. Minutos antes, había publicado otro storie en el que felicitaba también al club por proclamarse campeón de Catalunya en las categorías FEM 11 y FEM 15.
Nuevamente, con un enfoque familiar, destacó a Ares y Clàudia, otras jóvenes jugadoras del club con vínculos personales. Más allá del éxito deportivo, lo que ha llamado la atención es cómo Carles Porta ha puesto el foco en la importancia de los vínculos familiares, del trabajo en equipo y de los valores de su pueblo natal, un lugar del que pocas veces habla públicamente.
El periodista ha demostrado que su apellido no solo brilla en los platós o en los libros de crónica negra, sino también sobre ruedas, en una pista de hockey, y con una victoria mundial en el palmarés.
Y lo más importante: un periodista que sabe lo que vale su apellido
Durante años, Carles Porta ha iluminado los casos más oscuros de la crónica criminal catalana. Pero esta vez ha iluminado algo aún más valioso: el orgullo familiar. Mientras otros titulares recientes giran en torno al yerno de Tita Thyssen,o las decisiones de las corresponsalías de TV3, Porta ha preferido brillar con una historia íntima y auténtica.
El detalle final que muchos desconocían hasta ahora es que el club CP Vila-Sana, flamante campeón del mundo, está presidido por su propio hermano, Ramon Porta, consolidando a la familia como una verdadera dinastía local en el deporte y en el periodismo. Porque a veces, las mejores historias no están en los crímenes… sino en casa.