Cada agosto, la Casa Real repite un ritual entre focos y discreción. Unos posados medidos en Palma, regatas, cine y, después, un paréntesis lejos de la mirada pública. Este verano no es una excepción, pero sí ha disparado una pregunta incómoda: ¿cuánto costará realmente la escapada privada de la reina Letizia?
El interés no nace de la nada. Ella ha encadenado apariciones en Mallorca antes de poner rumbo a su descanso, mientras el rey combinaba agenda y mar. A partir de ahí, los movimientos han sido calculadamente opacos y el debate, inevitable.
Del Atlàntida Film Fest a un vuelo con destino Grecia
La reina cerró en Palma el Atlàntida Mallorca Film Fest, donde entregó el Master of Cinema y se convirtió, un año más, en el rostro visible del certamen. Días antes ya había acudido con sus hijas a una proyección del festival. Todo, con cifras récord de asistencia y una presencia mediática que ella domina.

El rey, por su parte, remató la semana náutica con la Copa del Rey Mapfre, el clásico de cada verano que mantiene a Felipe VI en la bahía de Palma hasta el final de las regatas.
¿Y después? El rastro sitúa un Falcon estatal aterrizando en Grecia la noche del 7 al 8 de agosto, según el seguimiento publicado por Mujerhoy y replicado por otros medios. La pista encaja con lo que se viene contando: Grecia, país de la reina Sofía, vuelve a ser el refugio de las vacaciones privadas. Eso sí, sin confirmación oficial de Zarzuela.
¿Medio millón de euros? Lo que se sabe del presupuesto y lo que no
Ha circulado una cifra: quinientos mil euros. La cantidad, atribuida a una estancia de alto nivel con seguridad reforzada y logística a medida, aparece en titulares recientes y ha agitado las redes. Es un cálculo periodístico, no un dato verificado por la institución.
La Casa del Rey no desglosa costes de vacaciones privadas y, en materia de seguridad, el Gobierno ha evitado dar cifras invocando reservas por interés público, como han denunciado resoluciones de Transparencia. En viajes oficiales, una parte del gasto se imputa a otros programas, lo que complica cualquier auditoría externa.
Para contexto: el presupuesto de la Casa del Rey continúa congelado en 8,43 millones desde 2021, con el grueso destinado a personal. No contempla un capítulo explícito sobre “vacaciones”, y cualquier cifra sobre estancias privadas se mueve entre estimaciones y silencio administrativo.

La supuesta “villa holandesa”: precisión geográfica antes que mito
Otra pieza del rompecabezas es la residencia. Se ha escrito que Letizia habría reservado una villa “de la familia real holandesa” en Spetses. Conviene matizar: lo documentado es que los reyes de los Países Bajos compraron en 2012 una propiedad en Kranidi, en la península del Peloponeso, frente a Spetses y Porto Heli. No hay pruebas públicas de una mansión suya en la propia isla de Spetses.
La confusión es comprensible por la cercanía geográfica, pero el dato preciso importa cuando se habla de precios y logística.
Reacciones: del “equipo de trabajo” al parte de sucesos que ensombrece el verano
Sobre la relación entre Felipe VI y Letizia, vuelve el viejo relato: analistas como Pilar Eyre han descrito a la pareja como un “equipo de trabajo”; otras voces, como Maica Vasco, hablan de una unión por conveniencia.
Lo que sí es un hecho y ha pesado en el ánimo de los reyes es el grave accidente del músico mallorquín Jaime Anglada, amigo cercano del monarca, ocurrido en Palma horas antes de ese vuelo a Grecia. La investigación judicial avanza, y la familia real sigue su evolución desde la distancia.