La reina Sofía sonriente frente a una casa con un emoji de sorpresa en primer plano

La reina Sofía, a sus 86 años, sorprende a Zarzuela con una postura muy tajante

La madre de Felipe VI ha considerado que es el momento perfecto para tomar una determinación clave y firme

La reina Sofía ha sido uno de los pilares de la monarquía española, por su entrega absoluta y su capacidad para cumplir con su deber. Siempre en un segundo plano, pero con un compromiso total, ha ejercido su labor sin necesidad de protagonismos. Ahora, a sus 86 años, ha decidido que es el momento de dar un paso que marcará un antes y un después en su papel dentro de Zarzuela.

Se trata de una determinación firme, meditada y justificada, que revela tanto su responsabilidad como su sentido de la institución. Un gesto que no pasa desapercibido y que muestra cómo la emérita entiende el peso de la Corona en el presente y en el futuro.

Mujer mayor con cabello rubio y ropa roja sentada en una mesa con un vaso de agua y un micrófono frente a ella
La reina Sofía ha adoptado una postura tajante | Europa Press

La reina Sofía: una vida marcada por la entrega a la monarquía y a Zarzuela

La reina Sofía siempre tuvo claro su papel al casarse con Juan Carlos I. Desde entonces asumió con convicción que debía cumplir con sus deberes monárquicos, y lo hizo con una dedicación plena. Fue consciente de que su misión era sostener la institución y representar a la Corona con dignidad.

Durante décadas, encarnó la imagen de compromiso silencioso y de presencia constante. Aunque su vida personal estuvo marcada por la infidelidad de su esposo, él nunca dudó en reconocer que ella es, ante todo, una gran profesional. Esa visión es compartida por gran parte de la ciudadanía, que la valora por su rectitud y entrega.

El Palacio de la Zarzuela fue siempre el epicentro de su labor y de su vida. Allí ha vivido las alegrías familiares y también los momentos de mayor dificultad. Su figura ha sido la de una mujer que se volcó en su deber institucional, incluso cuando las circunstancias personales la invitaban a replegarse.

La reina Sofía toma una decisión muy relevante para Zarzuela

Ahora, sin embargo, la reina Sofía ha considerado que es hora de dar un paso atrás en cuanto a exposición pública. Ha transmitido su decisión a Zarzuela, dejando claro que no se trata de una renuncia, sino de una adaptación lógica a su edad y a sus prioridades actuales. Entre ellas, el cuidado de su hermana Irene, con quien mantiene un vínculo muy estrecho y a quien dedica gran parte de su tiempo.

Considera, además, que el peso de la Corona debe recaer ahora en su hijo Felipe VI, en su nuera y en sus nietas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Para la emérita, ellos son los actuales exponentes de la monarquía, y a ellos corresponde ocupar el espacio público con más intensidad. De ahí que su decisión esté alineada con la idea de un relevo generacional natural y necesario.

La reina Sofía y Felipe VI elegantemente vestidos caminan juntos del brazo bajando unas escaleras al aire libre
La reina Sofía tiene claro que ahora el papel relevante lo tiene su hijo y su familia | Europa Press

Eso sí, aunque ha reducido su agenda oficial, la reina Sofía no se ha desvinculado del todo de su labor. Sigue atenta a los acontecimientos que afectan al país y demuestra su compromiso de manera discreta.

Un ejemplo reciente ha sido su implicación a través de su fundación en la ayuda a las víctimas de los incendios. No ha estado hoy en la visita junto a los reyes, pero sí ha hecho llegar una donación económica para apoyar a los damnificados.

Este gesto refleja su forma de entender ahora su papel dentro de la monarquía: menos exposición, pero sin abandonar el compromiso social. Entiende que el prestigio de la institución también se fortalece desde la cercanía con la ciudadanía y desde las acciones solidarias. Y en este terreno sigue siendo un referente dentro y fuera de Zarzuela.

A sus 86 años, Sofía sabe que ya no tiene sentido mantener el mismo ritmo de hace décadas. Pero su determinación no supone una retirada total, sino un ajuste realista y responsable.

El paso atrás en la primera línea no significa, en absoluto, desinterés. Al contrario, es un gesto de confianza hacia la nueva generación que encarna el futuro de la monarquía española.