En los primeros meses de 2025, España presenta un panorama económico marcado por el crecimiento del empleo y presiones en el tejido empresarial. La afiliación media a la Seguridad Social ha superado los 21,7 millones en mayo, un nivel que no se veía desde años atrás, lo que refleja una recuperación postpandemia sostenida y una creación de empleo sólida.
Sin embargo, también emergen desafíos relevantes: la escasez de talento en sectores como hostelería y sanidad, tensiones inflacionarias y costes laborales en aumento.
Dentro de este entorno, la relación entre empleadores y trabajadores se ha reconfigurado: los candidatos ya no compiten por acceder a un puesto, sino que evalúan a la empresa. En este contexto de "candidate first", se inscribe la reciente declaración del empresario José Elías, fundador de Audax Renovables y La Sirena (además de otros proyectos empresariales).

José Elías sobre la “competencia emocional” tras la marcha de un empleado
El titular de esta noticia es llamativo: “La reacción de José Elías cuando un empleado se va y le hace la competencia”. Según una entrevista referenciada por El Periódico del 4 de junio de 2025, Elías sostiene que cuando alguien de su equipo decide “convertirse en competencia”, no reacciona con enfado, sino todo lo contrario: lo ve como una oportunidad y una señal positiva.
Este enfoque, en apariencia sorprendente, refleja una visión estratégica madura sobre el talento y la cultura corporativa. En lugar de reprochar la salida de personal, José Elías interpreta este movimiento como una manifestación de empoderamiento y autonomía. Invita a los líderes a aceptar que la creación de valor no se ciñe a la empresa original: reconocer el talento como un recurso fluido puede incluso reforzar la reputación de una organización que fomenta la profesionalización.
Cambio de paradigma en la relación empleado-empresario
Elías subraya cómo en los últimos años la dinámica en el mercado laboral ha cambiado drásticamente. Ya no basta con ofrecer un contrato o una nómina: hay que competir en paquete salarial, condiciones de trabajo y propósito empresarial. Este giro responde a un entorno donde la pandemia, el auge del teletrabajo y la búsqueda de equilibrio personal han puesto en primer plano el bienestar y la autonomía.

Un ejemplo revelador: si durante la entrevista ya se preguntan por pagas extra, flexibilidad o teletrabajo, es una señal de que el aspirante evalúa la empresa tanto como esta le evalúa a él. Esta inversión emocional y laboral trasciende la mera transacción económica de un contrato.
Salir para emprender: ¿pérdida o oportunidad de marca?
La noticia también toca una pieza esencial: ¿qué sucede cuando un exempleado crea una empresa competidora? Si bien puede suponer una rivalidad comercial, también habla del valor que se formó en ese profesional. Desde esta óptica, la competencia deriva del éxito formativo y cultural de la organización.
Transformar este fenómeno en oportunidad consiste en mantener canales de comunicación abiertos con excolaboradores y fomentar su inmersión en redes profesionales. En vez de verles como competencia, pueden ser aliados, prescriptores o incluso socios en nuevos proyectos.

El desafío de retener talento en un mercado exigente
Además del salario, Elías destaca otras fuerzas atractivas: propósito, flexibilidad, marca empleadora y trayectoria profesional. Ante mercados con más de 11 % de desempleo estructural y a la vez sectores críticos con falta de personal, ganar fuerza competitiva implica ofrecer más que plazas vacantes.
José Elías, en otras intervenciones recientes, ha enfatizado que la creación de empleo sostenible no puede delegarse al sector público. Es la iniciativa privada la que sostiene el tejido laboral: pymes, autónomos y sector terciario lo demuestran día a día. La apuesta por la competitividad y la retención de talento reside en el sector privado, no solo en la administración