El Palacio de la Zarzuela vive estos días un momento decisivo: mientras el Rey Felipe VI afianza su pulso institucional y familiar, la Reina Letizia marca territorio con un gesto simbólico cargado de significado. ¿Qué hay detrás del desenlace de esta crisis discreta, pero reveladora, dentro de la Casa Real?
Limpieza familiar
Durante la última cumbre familiar en Zarzuela, se ha producido lo que podría describirse como una limpieza interna: Felipe VI habría decidido no incluir a la Infanta Cristina en varios actos de la agenda oficial familiar, según fuentes cercanas al entorno real. Estos encuentros, bajo una aparente calma, habrían sido el caldo de cultivo para decisiones firmes y cambios en las prioridades institucionales.
En este contexto, en redes sociales ha aparecido una broma consistente en que la Reina Letizia ha abierto una botella de cava extremeño (en alusión a una zona también productora de espumosos y con consumidores que quieren hacer boicot al cava catalán).

Reacciones en la Casa Real
De momento todo es silencio en Zarzuela y los diferentes medios de comunicación no se ponen de acuerdo. Mientras algunos especulan sobre un «veto» e incluso sobre una supuesta instrucción directa de Letizia para apartar a la Infanta Cristina. Otros hablan de “reuniones intensas” donde se han trazado “líneas claras” en lo institucional.
Una mala relación que viene de lejos
Desde el caso Nóos, que provocó consecuencias legales y mediáticas, Felipe VI retiró a Cristina los títulos reales y la relevancia institucional. A lo largo de estos años, sus apariciones públicas han sido esporádicas y marcadas por la discreción.
La decisión de excluir a la Infanta Cristina de los principales actos familiares y oficiales marca un antes y un después en la política interna de la Corona. ¿Se tratará de un gesto temporal o será el preludio de una postura más firme y prolongada? Algunos analistas creen que Felipe VI busca proteger a sus hijas —Leonor y Sofía— de cualquier sombra familiar, reforzando así la continuidad de una monarquía más moderna y limpia.

Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia
La relación está consolidada y ambos mantienen una vida personal y profesional tradicional. Iñaki está inmerso en su nuevo proyecto profesional, Bevolutive, que combina coaching deportivo y bienestar emocional. Ha explicado que su formación —incluido un máster en Psicología de Coaching y Bienestar— busca ofrecer ayuda basada en sus propias vivencias personales.
Ainhoa, por su parte, continúa con su trayectoria legal, y la pareja incluso comparte entorno laboral en Vitoria, lo que refuerza su complicidad profesional y persona.